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Estoy tan llena, que al final del día siempre termino con los ojos empañados y con lágrimas rodando hacía mis mejillas. Estoy dejando de mostrarme fuerte por que ya la fuerza se ha agotado. Caí otra vez, y caí duro. Me siento tan débil y sin energía, siento que nunca me podré levantar otra vez. Es tan mierda sentirte tan desolado, al saber que nadie puede al menos analizar las cosas y las palabras dichas y/o escuchadas, aunque la mayoría de las veces te escuchan pero no te entienden.

Es tan desasosiego mirar a los cuatros vientos y no encontrar signos de personas con éticas y racionamiento concreto. Todos terminan decepcionandote más de lo que estabas.

Desahogos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora