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Aparece en tu vida una persona que lo único que hacía era herirte una y otra vez pero cada vez estaba consciente de lo que hacía y ya no podía excusarse con su historia de vida, pero ahí seguías tú, poniendo la última gota de fé en él, intentando florecer su ser, y terminaste marchitándote, te cansaste de sus rayos que quemaban tus pétalos debilitándote cada vez más hasta que te convertiste en cactus y ahí el comienza a culparte que no eres la dulce persona que solías ser y comienzas a sentirte culpable por qué él te hace sentir culpable, cuando el que te destruyó los sentimientos primero fue él. ¿Como él pretende que seas la misma si te destruyó primero?

Por más que ames y adores una persona, no significa que puede llegar amarte, ¿Quién sabe? Pero de lo que sí estoy segura es que esas apuñaladas en el corazón por más que cicatrizan no se desaparecen con un simple "perdón".

Desahogos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora