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Mi vida por una parte se está organizando pero por otra se destruye aún más dejándome pensativa y otras veces depresiva. Esa sensación de triunfo y a la vez de derrota, esa sensación de sentirte tan bien pero a la vez tan mal que no sabes si comenzar a reír primero y luego llorar al rato. Pensar es mi otra tortura pero a la vez mi alivio, me ayuda a seguir hacia adelante pero los pensamientos siempre me recuerdan lo peor y ahí es donde aprieto todos los botones del control de mi vida por que no sé que hacer después de eso. 

La mitad de las cosas me salen como quiero por que he dejado mi alma en ellas y al final me salen bien y hasta mejor, pero la otra mitad de las cosas me salen como nunca esperé que salieran por que todo da un giro de 180 grados y mi corazón siempre es el que sale lastimado. 

Lo único que puedo decir de mi vida es que es ordenada pero no tiene control ¿Puede ser eso posible?

Desahogos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora