91

12 1 0
                                    

Ayer 20 de Febrero de 2017 he decidido seguir a Dios. Pongo mi fe en Jesucristo y en Dios. Mi alma será salvada, mi alma se limpiará por completo. Mis pecados los tiros y tomo a Dios de salvación, de unción de felicidad, de gratitud. Tomo a mi Dios de paz, de poder. He decidido perdonar a aquellos que me hicieron daño alguna vez y no era capaz de perdonar y guardaba odio en mi corazón. Hoy digo te perdono, te perdono así como Dios nos perdona todos los días por nuestros pecados. Te perdono hermana o hermano, dejo ese rencor, eso que sentía lo boto, hoy soy libre, hoy soy nueva.... un cambio que no lo esperaba, pero en el fondo de mi corazón lo anhelaba cada día, sufría, sufría mucho, no encontraba paz, no conciliaba el sueño. Sentía miradas, sentía miedo, tenía inseguridad por completo, no me sentía útil, que todo era una basura, que aún las personas diciendome la verdad yo me despreciaba. Ayer Dios me habló y me ha dicho que no me desprecie, que esa tristeza, que ese rencor era hora de dejarlo ir. Que no me ponga triste, que yo soy buena, que el me ama, que no me sienta sola. Que hay un propósito para mí, que si lo aceptaría como mi único salvador. He dicho SÍ. Después de tanto llanto de tristeza, llegó el llanto de sanación. Ayer he podido dormir feliz, mi corazón sentía paz, mi corazón sonreía, mi alma se tranquilizó, mi fe creció, y mi dolor disminuía. Por fin he consiliado el sueño, me he levantado hoy con una sonrisa y unas energías excelentemente esplendida. Me siento en paz, me siento en paz! Sé que es un cambio y seguiré, acepto el cambio. Y esto es el comienzo de una nueva vida...

Desahogos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora