Carta 4

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Me encuentro deseando no haber conocido a nadie, no haberme enamorado de nadie, de no haberme perdido con nadie, me encuentro queriendo no saber como es el amor y lo que hace sentir.

Me enfadé de saber como serán siempre las cosas, porque sé que el amor no es predecible pero extrañamente conmigo siempre lo era, para mí es una lástima que por culpa de la rutina, de mi forma de ser y de mi indecisión sepa qué esperar de mi próximo enamoramiento.

Casi trato de olvidar de por vida como se sienten las mariposas en mi estómago, pero me gustas tanto que quisiera volver a sentirlas aunque me asusta, me gustaría que fueras el primer chico del que me enamoro sin miedo y no sólo eso, sino que también fueras el único.

Que fueras el único y el primero para que contigo pudiera conocer todas esas cosas bellas que pasan y que se sienten cuando por primera vez te enamoras. Ojalá las cosas fueran de esta forma porque aunque puede que no seas la mejor opción que he tenido, pero si eres la opción que más he querido.

Trato de olvidar todas esas citas que en su momento me parecieron divertidas, que en su tiempo me ofrecieron tanto, pero que terminaron fallando. Relaciones que terminaron por ser desastrosas y realmente dolorosas.

Me encantaría que fuera contigo mi primer cita inocente y amistosa, que se transformaran en citas más amorosas y románticas, que las mariposas de mi estómago salieran volando por mi boca en cada suspiro agitado, que fueras el primero y el único.

Que sólo fueras tú, porque te lo mereces, porque mereces lo mejor de mí y de mi corazón experimentado.

Existen cosas que siempre es bueno repetir las veces que más se puedan, pero hoy que me permites conocerte, no quiero saber de nadie más que de ti. Ojalá pudieras estar en el orden que deseo, pero te asegurare algo; mientras tú lo quieras serás el último.

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