Invisible (kuroko no basket)

1. Venta

¿Por qué?

No lograba comprenderlo, había pasado mucho tiempo allí encerrado entre la oscuridad. Mi familia era un asco, había visto cosas que ningún niño debería saber y a ellos no les importaba.

"tienes suerte"

Lo que los demás decían que era suerte para mí era una maldición, una familia feliz y unida además de ser bien parecidos, era solo una máscara.

Los odio a todos

Había aprendido y sentido lo que era el odio pero no lo había logrado comprender, tan solo tenía cinco años cuando todo comenzó.

Mi padre tenía demasiadas deudas, hechas de juegos y apuestas mientras que prostituía a mi madre para poder pagarlas, pero "no era suficiente" era lo que siempre decía mirándome con unos ojos llenos de rencor.

"si no tuviéramos una boca más que alimentar" discutía siempre que le pedían pagar sus deudas, pero era mentira, no recordaba la última vez que comí tres veces en un día, ni siquiera sabía leer o escribir porque era alguien "innecesario".

Aquel día que esos hombres llegaron con unas armas a amenazar a mi padre fui mi fin.

"llévenselo a él y todo estará pagado" respondió mi padre con un rostro lleno de terror señalándome.

Aquel hombre sonrió al verme.

-¿Cómo te llamas?-pregunto acercándoseme

-t-tetsuya-respondí temblando, al menos tenía un nombre

-está hecho-contesto el hombre tomando mi pequeña mano

"tengo miedo"

Mire a mi madre gritando por su ayuda y por una explicación, mis ojos se llenaban de lagrimas

-¡Mamá! ¿Quiénes son? ¿A dónde me llevan?-gritaba desesperado sin dejar de llorar

-¡Cállate!-grito uno de los hombres

Mi madre me miro desde lejos.

-al menos sirve para algo y no lo eches a perder-

Las palabras de mi madre me lo habían recordado

"inservible" "inútil"

Eso era lo que yo era. Era un objeto que había nacido para ser vendido.

"Al menos así mi padre estará mejor y madre no tendrá que hacer ese horrible trabajo".

Esa fue la última vez que sonreí ante ese pensamiento.

Me subieron a un automóvil, mi vista estaba pérdida y yo sumergido en mis pensamientos. Uno de los hombres acaricio mi cabello azul.

-este será buena mercancía-dijo subiendo al automóvil sentándose a mi lado.

Tenía cinco años cuando fui vendido como objeto.

Había dejado de llorar, solo quería desaparecer.

(se que es corto el capitulo pero es mas como un prologo, comenten y voten :D espero les guste)