10. No me queda nada

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No puedo confiar en nadie, me han robado lo que me quedaba de vida. 

Había logrado llegar a mi casa a salvo, pero lo logre sentir, algo dentro de mi murió. Al llegar lo vi, mi madre había asesinado a mi padre con un arma, la sangre en las paredes y mi madre temblando, me quede en shock mirando aquella escena. yo solo quiero ser feliz.

¿desde cuando que ya no puedo llorar en paz?

mi madre levantó el arma en sus manos en cuanto me vio.

-f-fue su culpa...él m-merecía morir-su cuerpo temblaba, su mirada de odio se giro hacia mi apuntándome con la pistola.

-m-mamá...-mi pequeña voz tembló mirándole algo dentro de mi esperaba que bajara el revolver y solamente llorara.

-tu también tienes la culpa!!-mi cuerpo tembló ante aquellas palabras, un disparo se escuchó. 

No me moví en ningún momento, solo cubrí mis oídos, tal vez no me moví por ya haber esperado la muerte demasiadas veces, pero después de unos momentos no sentía dolor en mi cuerpo, solo sentí algo espeso y caliente cubriendo mi cara, levante la mirada, la sangre de mi madre también cubría la habitación.

-está cubierto!! pasen!!-grito alguien detrás mio, voltee la mirada para ver a un policía con un arma.

-todos están muertos excepto el niño!!-su grito era aturdidor, esas palabras me dejaron en shock "el niño es el único muerto" eso debería haber dicho.

Un policía me cargo desde la cintura sacándome de lo que era mi ultima vez en mi casa, madre, me has vendido de nuevo, ya no tengo dueño, ahora estoy solo, la soledad ahora es mi nuevo dueño ¿crees que me trate bien?

La noche me absorbía poco a poco, el automovil que me llevo era demasiado oscuro.

-no te preocupes-un policía sentado a mi lado toco mi pierna-ahora todo estará bien-

-es verdad, nada pasó aquí, solamente tus papis jugaban con pintura-decía otro acariciándome la espalda.

¿Creían que era idiota?

Mi cuerpo temblaba, por favor, todos dejen de tocarme, ya no tengo nada que darle a nadie. 

Todos me lo pidieron, así que obedecí, les conté todo lo que me había pasado, mi madre, aquel sujeto que me había comprado, todo lo que lograba entender. Sus rostros, esas miradas de lastima me dolieron aun más que nada, pero uno de ellos, uno me había mirado diferente...no puedo confiar en nadie.

Debo irme, después de todo tengo una cita para jugar basket.






Invisible (kuroko no basket)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora