Tierra salvaje (Editando)

Algo despierta

El grupo siguió el viaje hacía las montañas de Caralon, para encontrarse de nuevo con Anon. Después de tres semanas de viaje se encontraban de nuevo frente a la abertura de la cueva donde vivía Anon.
- Tharanor, al fin habéis vuelto, ahora descansad - dijo Anon
- Hola Anon, me alegro de estar aquí de nuevo, disfrutando de tu hospitalidad.
El grupo descansó durante horas, para recuperarse del largo camino que habían hecho hasta la cueva de Golder.
El grupo estuvo con Anon durante una semana, y después emprendieron de nuevo el camino que les quedaba por hacer, hasta llegar a casa, donde les esperaban sus familias y amigos.
El camino se alargó durante meses, ya que ahora no tenían prisa, y se lo tomaban con calma, ademas ya no había con quien luchar, enemigos que les retrasaran. Al llegar a las selvas de Yunga, todo el grupo entristeció, ya que allí perderían un compañero, o al menos es lo que pensaban. Pero la cosa no fue como el grupo creía, ya que al llegar allí, Ares no se quedo atrás, los siguió hacia donde avanzaba el resto del grupo.
- Ares, ya estas en casa. No quieres quedarte aquí? - dijo Tharanor
Ares permaneció inmóvil, indicándoles que seguiría el viaje con ellos.
Así que el grupo siguió el viaje hacia las tierras de Fiten, pasando nuevamente por las montañas de Gorazan.
El camino se hizo largo, una vez las fronteras de Fiten estaban próximas, el grupo redujo la marcha, nadie quería que llegara el momento de dejar un compañero atrás, a Tharanor
Pero por mas que ralentizaran la marcha, Fiten estaba cada vez mas próximo, y era inevitable llegar a esta destinación, las semanas pasaban, ya habían cruzado las fronteras de Fiten y todos sabían que cada vez estaba mas próximo Kator, el pueblo de Tharanor.
- Tharanor, me gustaría que me acompañaras a casa, quiero que la gente te conozca - dijo Rang
- Esta bien, sigamos el camino - dijo Tharanor
El grupo siguió el camino con la alegría de seguir todos juntos, cruzaron las fronteras de Fiten y se internaron en las montañas de Lubos, donde siempre había vivido Rosh, volvieron a ralentizar la marcha, sabían que su próxima destinación era Konrat, el pueblo de Rang, y que allí terminaría todo, y el grupo se separaría.
Después del largo camino se encontraban a las puertas de Konrat, en el pueblo parecía que no había cambiado nada. Rang se detuvo un momento y miró a sus compañeros, todos lo animaron a entrar.
Rang entró lentamente al pueblo, seguido del resto del grupo, una vez dentro desmonto. El pueblo estalló de alegría al ver a Rang después de tanto tiempo. El chico se acercó a hablar con la gente, y al ver a sus padres corrió hacia ellos, se abrazaron con fuerza, permanecieron así algunos minutos, mientras las lagrimas se deslizaban por sus rostros.
- Rang, al fin has vuelto - dijo la madre feliz de reencontrarse con su hijo
- Si, hemos conseguido nuestro objetivo y al fin vuelvo a estar aquí - respondió Rang
- Pero estas bien hijo mio? Tardabas tanto que aquí en el pueblo empezaban a perder la esperanza, y creían que habías muerto. Pero nosotros sabíamos que volverías - dijo la madre
- Ahora estamos todos bien, aun que hemos tenido muchas dificultades, y nos hemos encontrado a las puestas de la muerte en mas de una ocasión - dijo Rang
- Ahora lo que deberías hacer es descansar, el viaje a sido muy largo y por lo que veo muy duro - dijo su padre
El grupo se retiró a descansar a casa de Rang, durmieron durante horas ya que el largo viaje les había dejado agotados.
El día siguiente se lo tomaron de descanso, antes de emprender la marcha cada uno hacia su casa.
- Rang, yo debería volver, tengo ganas de llegar a casa y descansar - dijo Tharanor
- Está bien, pero me gustaría venir a vivir contigo - dijo Rang
- Bien, por mi no hay problema. Pero tus padres lo aceptaran? - dijo Tharanor
- Claro que si - dijo Rang
- Muy bien, habla con ellos, mañana nos vamos a casa - dijo Tharanor
Rang después de hablar con Tharanor, fue a explicarles lo que había decidido, sus padres aceptaron la decisión con gran tristeza, pero no la mostraron, pues lo que mas deseaban era que su hijo fuera feliz.
- Surga, y tu que harás? - preguntó Tharanor
- Os acompañare hasta casa, luego me marchare a la tierra de los magos - respondió Surga
- Muy bien, crees que Rang se lo tomara bien? - dijo Tharanor
- Espero que si, aunque creo que sera muy duro para el, que nos separemos para siempre - dijo el mago
A la mañana siguiente el grupo se puso en marcha, en dirección a las tierras de Fiten, al pueblo de Tharanor. Avanzaban lentamente entre los bosques de las montañas de Lubos, cuando de repente Rosh se detuvo, se quedo atrás, y una vez todo el grupo la había adelantado aulló. El grupo entendió que Rosh volvía junto a su manada.
- Espero que nos volvamos a ver amigo - dijo Rang
El lobo aulló una vez mas y se adentró en la inmensidad del bosque. El grupo siguió su camino, sin prisas, y al fin después de dos semanas de viaje, se encontraban frente al pueblo de Tharanor.
Tharanor no se lo pensó y entró con alegría, los habitantes le saludaron con fervor.
Tharanor vivía en una casa de piedra y madera, con dos plantas y establo propio, la casa quedaba un poco apartada del resto del pueblo, ya inmersa en el bosque, cerca del río.
- Al fin vuelvo a estar en casa. Ahora podremos descansar del largo y pesado viaje - dijo Tharanor
- Tienes razón, nos sentará bien tomarnos unos días de descanso - dijo Rang
El grupo se retiró a descansar, durmieron tranquilos toda la noche, hasta que por la mañana, los primeros rayos de sol que entraban por la ventana los despertaron. Salieron a pasear por los alrededores de la casa, a disfrutar del bosque y el canto de los pájaros en aquel magnifico y claro día de primavera. Se sentaron junto al río a escuchar el sonido del agua, un sonido que a Tharanor le encantaba.
-Rang, vuelvo a casa, a las lejanas tierras de los magos, mas allá del mar. Mi tarea aquí a acabado - dijo Surga
- No puedes irte, quédate aquí - dijo Rang con tristeza
- Se que es difícil aceptar mi decisión, pero debo volver - dijo el mago
- Te echare de menos, y espero que volvamos a vernos - dijo Rang con lagrimas en los ojos
- Yo también os echare de menos, y con mucha tristeza te digo que espero que no volvamos a vernos mas, lo contrario serían malas noticias - dijo Surga
- Adiós Surga - dijo Tharanor
- Adiós amigos - dijo Surga
Surga se adentró en el bosque y desapareció, Rang contemplo como su amigo se iba, posiblemente para siempre.
Los meses pasaban, la vida seguía con tranquilidad, y todos se ocupaban de sus faenas. Casi había pasado un año de la marcha de Surga. cuando recibieron una visita inesperada. Surga fue a encontrar a sus compañeros a Kator. El día que llegó encontró a sus compañeros cazando y se acerco a ellos. Rang lo miró sorprendido y Tharanor con cara de preocupación.
- Surga, has vuelto, estoy tan contento de verte de nuevo - dijo Rang
- Si, vuelvo a estar aquí, y como os dije al irme, es para traer malas noticias - dijo Surga
- Que ha pasado? - preguntó Tharanor preocupado
- El mal se despierta de nuevo, por el momento no es una gran amenaza, estoy aquí para controlar este mal creciente - respondió Surga
- Y que debemos hacer? - pregunto Rang
- De momento nada, solo vigilar y estar alerta a todos los movimientos de los seres malignos que pueblan la zona - respondió el mago
- Debemos alertar a la gente, que tomen precauciones y estén preparados - dijo Rang
- No, es mejor que la gente no sepa nada, nos limitaremos a vigilar y evitar incursiones enemigas - respondió Surga
-Esta bien, entonces a hacer vigilancia, yo volveré a vivir como un montaraz, para poder cubrir mas terreno, y evitar que el enemigo se acerque a las poblaciones - dijo Tharanor
- Jo me volveré a instalar en Sinsar, si me necesitáis ya sabéis donde encontrarme, y de momento investigare de donde proviene esta nueva amenaza - dijo Surga
- Yo volveré a mi pueblo, así podre proteger a mi gente - dijo Rang
Y así fue como el grupo se separó de nuevo, para vigilar la nueva amenaza que se cernía sobre la tierra.