En Busca del Amor #2

Capitulo 6

Definitivamente una ceremonia de matrimonio era muy agotadora, ya son las diez de la noche y la pareja de novios recién estaba llegando a la cafetería, pero antes tuvimos que cambiar el lugar de acuerdo a lo que el novio pidió. El trabajo fue muy arduo durante las dos siguientes horas sin parar, pero al final todo salió como estaba planeado.

La chica era muy guapa, ambos se veían muy felices cenando, todos nosotros pusimos especial atención cuando el novio iba a hacer la petición, y cuando lo hizo todas las chicas suspiramos y los chicos nos miraron y se burlaron. Idiotas insensibles.

La chica comenzó a llorar y asintió con la cabeza, el chico le entrego el anillo y ella seguía llorando, estaba muy emocionada por lo que le estaba pasando. Todos los empleados comenzamos a aplaudirlos y ellos agradecían el gesto muy feliz, luego entraron por la puerta de entrada algunos familiares creo que de ambas partes y la chica lloro aún más al ver que su familia la acompañaba en ese momento tan importante.

Yo me emocione cuando madre e hija se abrazaron, yo sé que nunca voy a llegar a tener ese tipo de relación con mi madre, al menos no una tan linda como la de ellas, pero bueno, cada familia o persona tiene su historia.

-Te veo muy emocionada. –miré a Rynardo y solo asentí con la cabeza.

No quería y menos tener que decirle a él lo que pasaba por mi cabeza, solo omití lo que estaba pensado y seguí mirando como aquella familia disfrutaba ver a sus hijos felices por la importante decisión que habían tomado.

Ya eran pasada la una de la madrugada cuando la gente se estaba yendo, yo de verdad no podía más, estaba muy cansada y creo que una vez que llegué al dormitorio y ponga mi cabeza sobre la almohada no despertaré hasta mañana, tenía mi cuerpo demasiado adolorido, me arrepiento de haberle dicho que si a Rynardo, ahora solo quiero dormir.

Dejamos todo limpio en la cafetería y a eso de las dos de la madrugada comenzamos a salir del local. Yo antes llame un taxi para que me pasara a buscar.

- ¿En qué te vas Alaska? –me preguntó mi jefe.

-llame a un taxi, no creo que se demore demasiado.

-Si quieres yo te puedo llevar hasta tu edificio. –no sabía que decirle.

-Ya llamé al taxi.

-llama otra vez y dile que no lo necesitas. –no me gustaba hacer esas cosas, pero si me iba con mi jefe me ahorraría el dinero del taxi, que me podría servir para otra cosa.

-Bueno está bien.

Tome mi teléfono y llame a la línea de taxis, le dije que no necesitaba el servicio, el taxista no tuvo ningún problema y luego corte la llamada. Rynardo me dijo que lo esperara aquí, por mientras que él iba a buscar su auto.

Mire la hora, ya iban a ser las dos y media de la madrugada, cuando estaba esperando a Rynardo los ojos se me cerraban por el sueño, de verdad que estaba muy cansada y lo primero que me pasaba por la mente era mi cama. La luz de un auto me encandilo los ojos, y me dolieron por un rato, el auto se detuvo en donde estaba yo. Espere que fuera Rynardo, pero mi sorpresa fue otra, la persona que estaba bajando del auto era Adam.

- ¡Vamos! –fue lo primero que me dijo. Yo no sabía que juego era el que estaba juagando en este momento.

- ¿Qué haces aquí?

-Te vine a buscar. –yo me quedé paralizada, pero Adam camino hacia mí y me tomo de la mano. -Por favor, vamos Alaska. –sentí su sinceridad por primera vez.

Caminé detrás de él y me subí en el auto, él luego hizo lo mismo. El trayecto fue demasiado largo, y al parecer no íbamos a mi edificio.

- ¿A dónde vamos?