Capítulo 13

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Por primera vez pude observar a un Adam totalmente avergonzado, no sabía qué hacer ni que decir. De hecho, creo que lo que más disfrute fueron sus celos hacia mi hermano Miguel. Luego de las presentaciones formales, ambos comenzaron una amistosa conversación, y yo solo atinaba a observarlos. Me ignoraron completamente. Pero no importa, son dos de los hombres más importantes de mi vida, así que pude soportarlo.

Yo le dije a los chicos que tenía que seguir trabajando, pero que entraran a la cafetería, ellos aceptaron y los tres entramos. Cuando Rynardo vio con quien estaba entrando corrió hacia nosotros.

-Miguel, hombre por dios, ¿Cómo estás? -yo los deje allí a los tres para que se pusieran al día.

A mí nadie me sacaba la sonrisa que tenía en la cara, Adam me miraba a cada momento. Ya sabía que tenía una conversación pendiente con él, pero por el momento todo estaba bien.

-¿Vieron con quien está el jefe? -yo escuche que las chicas comenzaron a hablar.

-el amigo del jefe es muy guapo.

-sí, creo que Adam se llama.

-Sí, pero vieron el que llegó ahora

-Sí, si lo vi, y es muy guapo también.

Las chicas solo hablaban de Adam y de Miguel, yo solo las escuchaba en silencio. Cuando me preguntaron mi opinión acerca de esos dos guapetones, yo solo dije que también creía que eran guapos sin darle mayor importancia, pero para que eso no fue suficiente para las chicas porque me miraron feo.

Miguel me miro y sonrió, me encantaba verlo, pero también me hubiera gustado que estuviera Antonio, creo habría sido mi felicidad completa si hubiese estado aquí.

-Alaska puedes venir. -me llamo Rynardo. Yo me acerque a donde estaban ellos. -los chicos quieren ir a un bar, Adam dice que si tu no vas, él tampoco.

-Que tonto. -yo lo mire y le saque la lengua, él solo sonrió y yo casi me derrito. De verdad que este hombre me provoca muchas cosas.

-Que dices, ¿vas con nosotros?

-Obvio. -me acerque un poco a donde estaba Miguel y le dije algo en el oído. El solo sonrió y negó con la cabeza. - ¡Ya!, yo vuelvo a mi trabajo.

Las chicas me miraron muy sorprendidas, pero no me preguntaron nada, seguimos trabajando hasta la hora del cierre, los chicos seguían conversando hasta que Rynardo se paró y se acercó a mi lado.

-Alaska. -yo lo quede mirando y deje un vaso en la bandeja. -tu novio y hermano te van a esperar afuera, anda y cámbiate, yo también voy a estar afuera. -Yo negué con la cabeza para que se callara, sabía que las chicas estaban escuchando detrás de la puerta, pero creo que Rynardo lo hizo con malicia.

-Me las vas a pagar. -él solo sonrió y salió afuera. Fui a buscar mis cosas cuando las chicas se me acercaron.

-Alaska, ¿porque no nos dijiste que tú los conocías?

-Cómo les iba a decir que los chicos de los cuales ustedes hablaban y babeaban eran mi novio y hermano. No era correcto ni necesario hacerlo.

-¿Cuál es cuál? -yo sonreí.

-El chico que siempre viene, Adam, es mi novio, y el otro chico es mi hermano Miguel. -a las chicas casi se les cae la quijada.

-¿Cómo me consigo un novio así? -yo solo sonreí y les dije adiós con la mano.

Con los chicos llegamos a un bar, estuvimos conversando de muchas cosas, yo estaba muy contenta, Miguel hablaba muy feliz y decía lo complicado que estuvo en el hospital, no quería escuchar eso ya que me daban ganas de llorar, él se dio cuenta y me tomo la mano.

En Busca del Amor #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora