En Busca del Amor #2

Capítulo 27

-¿Quién es Ricardo? -ella me quedó mirando.

-quieres saber quién es él? -yo asentí. -él fue la persona que al final te ayudo, pero no te preocupes, esa deuda ya fue saldada.

-de qué estás hablando?

-¿Cómo?, no sabes que hace pocos días encontraron un cuerpo flotando en el río, acaso no ves la televisión niña estúpida, o solo te la pasas follando con Adam. -se me revolvió el estómago y me inundó el pánico, ella por su parte comenzó a reír como desquiciada. -por tu silencio deduzco que solo te la pasas en su cama, pero bueno ahora ya lo sabes, tu salvador ha muerto.

-¿Mi salvador?, pero si él trato de matarme con veneno. -ella rodó los ojos.

-eso es correcto, él solo siguió mis órdenes, pero luego en un acto heroico, el muy imbécil prendió tu maldito celular y a través de la señal tu novio pudo llegar a ti, o no te han dicho como fue que te encontraron. -ella tenía razón, con todo lo sucedido, nunca nadie me dijo como fue que llegaron hasta mí. -Ricardo fue un chico bueno, un tanto estúpido. Como fiel fan tuyo accedió a trabajar para mí luego de amenazarlo con sacar a la luz algunos de sus secretos, no tuvo más opción que hacerlo. Pero aun así no te dio la cantidad exacta de veneno, no la que le pedí, una cantidad que hubiera sido letal para ti. Pero ya está, es por eso que no se puede confiar en nadie. Uno debe hacer las cosas personalmente. -dijo mientras me apuntaba con el arma.

-Estás enferma Patricia, no sientes remordimiento por haber matado a otra persona

-Cómo te dije antes, no tenía otra opción, el muy imbécil hizo las cosas mal, los errores se pagan caro, y es por eso que ahora nuestro amiguito esta seis pies bajo tierra.

-¡estás loca!

-No querida, no estoy loca, bien dicen que en el amor y la guerra todo vale. Yo solo estoy luchando por lo que me pertenece.

Yo seguía con mi teléfono en la mano, ella no se había dado cuenta que se estaba grabando todo, además de que la policía estaba escuchando.

-Sabes, ya me estoy aburriendo de esta conversación que estamos teniendo, con Ricardo fue rápido y sin dolor, es mejor que haga lo mismo contigo.

Saco el seguro del arma y todos los policías se alertaron al ver que ella estaba dispuesta a dispararme, yo por mi parte temblaba de pies a cabeza, no sabía que mierda hacer. Ello comenzó a acercarse lentamente hacia mí y me apunto más cerca, directo a mi cabeza. Cerré mis ojos y escuche el disparo, pero no me dolía nada, y luego se escuchó otro disparo más. Abrí los ojos con temor y me di cuenta que había alguien parado frente a mí con la mirada pérdida. Yo no supe reconocer al principio porque tenía los ojos aguados, pero luego vi que se trataba de Frederick, me sonrió y cayó al piso. No sabía que pasaba, todo fue como en cámara lenta.

Mire en dirección de Patricia y pude ver que yacía en el suelo, muerta. Me acerqué a Frederick, aún tenía sus ojos abiertos y respiraba con dificultad.

-tienes que estar bien Frederick. -él me quedo mirando y me sonrió.

-lo siento mucho Alaska...... lamento lo que te hice, lo que te hizo Patricia.

-Debes guardar silencio por favor, no gastes energía, la ambulancia ya viene, te pondrás bien. -mis lágrimas caían, de alguna forma me sentía triste. Sus parpados se cerraban. -no cierres los ojos Frederick, por favor no te duermas.

-Gracias por toda Alaska. -él comenzó a cerrar los ojos, los paramédicos llegaron a su lado y comenzaron a levantarlo para ponerlo en la camilla. Yo me alejé para darles espacio, y ellos luego lo subieron a la ambulancia. No me había dado cuenta que Adam estaba a mi lado, cuando lo mire lo abracé fuerte y solté las lágrimas retenidas.

Mi madre salió del hotel y vino directamente hacia nosotros, se acercó a mí y me abrazó consolándome, me pregunto cómo estaba y a mí no me salían las palabras. Mire hacia donde yacía el cuerpo de Patricia, los policías no tuvieron otra opción que dispararle, ya que, de no ser así, corrían el riesgo de que ella disparara otra vez.

-Por fin se acabó todo nena. -me dijo Adam. Yo asentí con la cabeza, pero tenía muchos sentimientos encontrados. De alguna forma la mayor parte de mi estadía en Londres ha sido maravillosa, pero también están estos sucesos, esa pequeña parte horrible de la historia.

Tuvimos que ir con la policía, pues debía dar mi testimonio de lo sucedido. Pero antes de ir, me despedí de mi madre y le deseé un buen viaje, se notaba que estaba angustiada por mí. Pero la tranquilice, le dije que estaría bien, que Adam me protegería. Luego nos fuimos a testificar con la policía, en donde además le entregué la grabación en donde ella confesó todo.

Luego, cuando terminé de testificar, Adam y yo nos retiramos, pero antes de llegar a la calle un policía nos llamó y nos detuvo un momento. Cuando nos acercamos, nos dijo que él chico a quién disparo Patricia, ósea Frederick, no resistió la operación y murió. Yo no sabía que decir, no quería sonar desubicada o insensible.

-lo siento mucho. -dijo el policía y luego se fue.

Con Adam nos quedamos en silencio, y procedimos a tomar un taxi para llegar al departamento. Todo lo que estaba pasando, de verdad, era algo muy macabro. Quién iba a pensar que después de todos los acontecimientos esto iba a terminar con ellos muerto, aunque en el fondo yo también podría haber sido una de ellos, si es que no me hubiesen encontrado a tiempo. Aunque suene confuso, hubiese preferido que ellos vivieran, que pagaran con cárcel, que se rehabilitaran y fueran mejores personas. A pesar de todo nos los odio.

Mire al cielo por la ventana del departamento, y deseé de todo corazón que aquellas personas descansaran en paz. Adam se acercó a mi lado y me abrazo por la espalda.

-Por fin terminó esta pesadilla Alaska. -yo le mire y asentí con la cabeza.

-Por fin Adam, por fin tendremos un poco de paz en nuestras vidas, solo quiero felicidad de ahora en adelante.

-Pero si somos felices nena. -me miró sonriendo.

-Sí, lo sé, pero ahora vamos a echarle más ganas que antes. -él me beso y seguimos mirando hacia el cielo, esperando que en algún lugar por ahí, nuestros deseos fuesen escuchados.

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Saludos desde Chile a tod@s a ustedes.

Misy H.