capítulo 14

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Punto de vista Kayla

-No se como me ha podido hacer esto a mi- solloza Mad en mi regazo. Llevo todo el día con ella encerrada en su habitación. No ha parado ni un minuto de llorar o de contarme anécdotas de ambos.

-¿Sabes que vamos hacer?- Le limpio algunas lágrimas que caen por su mejilla y responde con un inaudible " que"- Te vas a duchar y poner el mejor vestido que tengas, vamos a llamar a algunos de los chicos y nos vamos a emborrachar que ya nos hace falta ¿que me dices?-  La verdad que no solo Madison lo necesita. Antes me llego un mensaje de Alexis, me duele en el alma estar enfadada con ella, ha sido y es como una hermana para mi pero a veces se llega a un punto que no se puede más. A estado tan pendiente de encajar con los chicos y querer cambiar y ni siquiera se ha dado cuenta de que yo también estoy pasando por un mal momento aunque no lo parezca. Todo empezó hace 10 años, aunque eramos pequeñas, ambas teníamos claro que queríamos ser psicólogas y durante todo este tiempo hemos estado soñando con el día en el que empezaríamos juntas  una nueva etapa. Nosotras sin ni siquiera tener la carta de admisión ya lo teníamos todo planeado, era  y sigue siendo nuestro sueño. Cuando llego su carta, Alexis era la persona mas feliz del mundo se le notaba en los ojos y hacia mucho tiempo que no  los notaba brillar tanto. Parecía una niña pequeñas cuando le das su caramelo favorito. Sin embargo la mía ponía todo lo contrario. No me habían admitido. Como le decía yo a mi mejor amiga que su sueño se echaría a perder por mi culpa. Ella quería entrar conmigo y sabia de sobra que no seria capaz de irse tan lejos de su familia y de Echan sola sin conocer a nadie. No podía hacerle esto. No me quedaba otra que esconder la carta y decirle que mi madre se la llevo al irse de casa. Si en esa época mis padres se divorciaron, eso también era uno de los motivos porque que también quería irme. En Australia no tenia a nadie excepto a mi padre, que esta siempre trabajando y viajando de aquí para allá y mi madre decidió desaparecer de nuestras vidas de un fía para el otro. Quería empezar desde cero y esta era una buen oportunidad. Alexis siempre a sido muy inocente y fácil de engañar. Así que no fue problema decirle que me habían admitido. Aunque era algo raro yo no soy una estudiante de diez ni siquiera de siete. Cuando aprobaba era con los justo. Todo lo contrario a Alexis que se pasaba horas estudiando y luego explicando me todo hasta que se me quedara. Aunque esa pequeña mentirijilla de nada se me esta yendo de las manos. Los ojos se me  cristalizan y fe reprende una lágrima brota de mis ojos. Me la limpio con la manga de la sudadera. Nunca me ha gustado demostrar mis sentimientos y menos llorar delante de alguien.

-Vamos allá- para mi sorpresa Mad se levanta de un salto y abre su armario. Me esperaba alguna que otra queja pero Al final ha sido mas fácil de lo que  me imaginaba.

Cojo me teléfono ignorando todos los mensajes que tengo y llamo a Taylor.

-¿Si?- responde con voz adormilada.
-Hola Tay te apuntas a una noche para olvidar las penas.
-¿Donde y cuando?-Responde efusibamente. Parece ser que mas de uno lo necesita esta noche.

-Ahora donde tu me digas
- En 20 en mi casa
-bien allí nos vemos
- Hasta pronto nena te quiero- cuelga sin darme tiempo a procesarlo. Nunca ningún tío me ha dicho eso y menos en tan poco tiempo. Sigo dándole vueltas nunca me había pillado tanto por alguien.

-Tía kayla- giro hacia donde proviene la voz de Mad que se encuentra en el marco de la puerta con ambos brazos en las caderas.

- ahora que te pasa a ti
- chica pues que te has quedado embobada y llevo un rato intentando llamar tu atención.

-Lo siento- hago como si nada y la sigo escaleras a bajo. La casa de Taylor no coje muy lejos y así que decidimos ir andando aparte Mad tampoco tiene coche en este momento. El camino esta sumido en un incómodo silenció pero se hace rápido.
Llegamos y nos encontramos a Taylor y a Aaron con mas de una copa encima, así que porque no unirnos ya .
Me acercó a Taylor con la intención de darle un beso y un abrazo pero en cambio me da un casto beso en los labios y se centra en la pantalla de su móvil. 
Aaron me pasa una copa muy cargada y me la bebo sin pensármelo dos veces, al igual que hace Madison.

-Voy a llamar a Matt para irnos con los demás- anuncia Taylor llevándose el teléfono a la oreja.
-¿No estará allí ese hijo de puta no?- Mad se levanta y grita enfadada.
-No creo aunque si esta le demuestras lo que se ha perdido- Le responde Aaron levantando una ceja y señalando el cuerpo de Mad.

Llevamos unas cuantas copas de más,  tengo los labios entumecidos y no dejo de reírme por todo. Madison sigue metiéndose con Jack, lo cierto es que sus carácter es algo exasperante.

-¿No iremos ya a tu casa, Kayla?-señala la puerta de salida Aaron.
-Sii- grita Madison también animada.

Recogemos todos los vasos y las botellas y las meten entre los chicos en el coche. Cómo mi bolso y cuando me levanto,  los pies se me trasponen y casi caigo al suelo.

-Uuuh-se ríe Taylor- la princesa borracha.

Sonrío e intento salir por la puerta donde madison ya se ha dado dos golpes al salir.
El sol se ha escondido hace un rato y las luces del coche están encendidas. Abro la puerta del copiloto y al sentarme me doy un golpe contra el techo, pero me rio y Aaron y Madison hacen lo mismo.

-Qué hostia- jacta Madison- otro así y te quedarás retrasada para toda tu vida.

Nos reímos por cada palabra que sale de nuestra boca. -Hemos bebido demasiado- pienso. Pero me rio porque necesitaba algo así.

Cunado veo que es imposible abrocharme el cinturón le pido a Taylor que lo haga por mi. El también va bebido cosa que me asusta un poco, pero vivimos cerca, no pasará nada pienso.
El volumen va a tope, suena I can't believe it a tope y la gente canta sin vergüenza,  como yo misma hago. Las ventanillas están bajadas y la poca gente que pasa por la calle nos mira, pero me da igual. Cuando la canción acaba Taylor baja el volumen aunque no deja de cantar con su mano puesta en mi muslo.

-¿Y... si pillo a la chica que ha hecho todo esto?- pregunta Madison alargando las palabras.
-Estas pesadita- acaba diciendo Taylor- lo pasado pasado es- protesta.
-A demás,  Alexis no es tan mala dice Aaron y cuando procesa se tapa la boca y mira con los ojos abiertos.

Yo me giro corriendo a mirarlo. Taylor se tapa los ojos con la mano y niega.
El silencio reina el coche y se que ese silencio no es bueno. Madison esta mirándonos a todos con la boca tan abierta que le cabrían dos panales de abejas.

-Qué bocazas- dice Taylor.
-No lo he hecho adrede- se defiende Aaron.
-Cómo has podido decirlo- me desabrocho y le doy una hostia en el hombro.

-Espera un momento- procesa Madison- ¿todos sabíais que esa zorra hija de puta lo había hecho?- traga saliba- Lo sabias, Y NO ME HABÉIS DICHO NADA.

Ni Taylor ni ninguno contestamos, simplemente arranca de nuevo y sigue conduciendo.

-Cuando la vea la voy a matar, le haré añicos a ella y a todo ser vivo que conviva con ella- discute.
-Eh- acabo diciendo- no te pases ni un pelo con ella si no quieres que te de dos buenas hostias- le advierto.

Y realmente yo no quería defender la,  pero su defensa es como mi defensa propia. Ella es parte de mi aunque estemos discutidas.

Déjame TranquilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora