Capítulo 7

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-¿Qué ha pasado?- dice Kayla entrando por la puerta de mi cuarto.
-Nada, que son unos imbéciles todos- digo haciendo pucheros a punto de llorar.
-Pero, ¿porqué exactamente?- levanta una ceja- no son tan malos como parecen.
-Estabamos en la cocina de su amigo Gilinsky ...
-¿Qué nombre es ese?- ríe a carcajada.
-Es su apellido. Déjame terminar- replico- estábamos en la cocina acabando de hacer la cena y han empezado a tirarse comida y me ha dado a mi. Total que cuando he ido a tirar yo le ha caído a la novia de Gilinsky...
-Gilinsky- vuelve a carcajear- es muy gracioso.
-Kayla cállate- digo furiosa- ha caído en la novia de Gilinsky y se ha armado una buena y he perdido los nervios y me he ido. Sin cenar y sin nada y encima aun tengo pelea con el chico que ha insistido en que vaya con ellos para que no esté sola.
-Entiendo- dice seca.

Y se que en el fondo se ha enfadado porque me he ido con Matt y la he dejado sola a ella.

-Tienes que aprender a que no todo te siente mal Alexis. Ahora estoy aquí para todo, pero quizás no esté siempre- suspira.
-Ya lo sé Kayla. Lo estoy intentando, pero me cuesta- le cuento.
-Está bien, todo es empezar. ¿Te apetece que hagamos noche de chicas?- sonríe mirando las pelis de la habitación.
-¿Vas a contarme lo de Taylor?- digo mirando el móvil porque Ethan me ha escrito un mensaje. Esta muy enfadado.
-Bah, es lo de menos, mañana lo hablamos. Sólo te digo que es muy muy muy majo y que quizás vea un futuro como reina de su casa- carcajea.

Estuvimos hasta las cuatro viendo pelis, comiendo chocolate y palomitas. Estar con ella es lo mejor que me ha pasado nunca. A las cuatro y cinco decidió irse a dormir a su cuarto porque trabajaba al día siguiente aunque entraba una hora más tarde. Ojalá ser como ella. Ojalá ser Kayla.
Me levanto porque entra Kayla a cogerme unos pantalones de talle alto.

-Buenos días bichito- me dice rapidamente- me he dormido, tengo que irme en 20 minutos.
-Buenos días- me desperezo- Pues date prisa lenta.
- Es que anoche cuando llegué al cuarto estaba Matt también y nos quedamos hablando hasta las cinco y pico- me cuenta- y claro, cualquiera me levantaba esta mañana- dice saliendo de la habitación.

-Tampoco cuentan conmigo aunque sea solo para hablar. Aquí no pinto nada- pienso para mis adentros.

Suspiro y me levanto. Sin pensarlo voy al baño, me lavo la cara y bajo a desayunar. Cuando llego al salón para ir a la cocina noto que me miran.

-Bu... buenos días Alexis- me dice ya una voz conocida.
-Hola Cameron,buenos días- digo dirigiéndome a la cocina.
-Vaya, veo que te has cambiado de pijama- comenta Matt mirándome.

Entonces recuerdo que llevo un camisón demasiado corto que casi deja ver mi ropa interior de color blanco. -Mátame señor- pienso. Pero lo cierto es que no me importa. Me giro y les sonrío.

-Sí, es que el otro está para lavar.

Voy a la cocina riéndome y pienso en que pasaría si Ethan estuviera aquí. Pero me da igual ya. Entra Cameron detrás y se me queda mirando.

-¿Baile?- me miera el cuerpo.
-Gym- le contraataco.
-Eres de las mías entonces- sonríe- ¿cereales?- dice señalándomelos.
-Correcto- sonrío.
-¿Como estás de lo de anoche? No fue tu culpa.
-Matt y yo discutimos muchísimo. Nada me sale bien.

Entonces entra corriendo Kayla a la cocina sin darse cuenta de que Cam está sentado en la isla.

-Pichona me voy- me da un beso en la mejilla- nos vemos más... ¿Quién eres tu?- sonríe mirando el torso desnudo de Cameron.
-Soy Cameron, tu debes de ser Kayla- sonríe. Pero no hace las mismas tonterías que hizo ayer conmigo.
-Sí, encantada- sonrie- espero que nos veamos más.
-No lo dudes- dice Cameron mirando como ella se va de la cocina- lo que iba diciendo. Nada es tu culpa no te preocupes. No es que nos llevemos muy bien con Madison. No se como la soporta Jack.
-Yo era la rara de ese grupo- me enojo de hombros.
-¿Rara?- se burla- ¿Tu te has visto? Estás muy buena. Sólo eres tímida, diferente- sonríe- no te lo tomes a mal ¿vale? Matt cambia mucho de estado de ánimo. Pero es buena persona.
-Gracias Cameron- voy y le doy un abrazo- ¿vienes a comer?
-Oh no, me voy luego. Mi madre vive cerca de aquí y me he pasado por aquí. Pero cuando quieras podemos quedar a comer- me guiña un ojo.

Déjame TranquilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora