DESCUBRIENDO EL AMOR

capítulo 31

¡Hunter! -gritó alguien haciendo caer al joven de la cama. El chico se levantó tocando su cabeza por la resaca y por el golpe reciente.

-¿¡Que diablos te sucede Smythe!? - preguntó haciendo muecas de dolor

-¡Eso mismo te pregunto yo imbécil! ¿Qué haces en mi cama totalmente desnudo?

-¿¡Y me lo preguntas!? Ni yo mismo se como llegué hasta aquí

-¡No te hagas el idiota, siempre tramas algo!, ¡ahora dímelo!

- ¿Qué pasa? - pregunto Blaine entrando a la habitación con algunos miembros

-¡ Smythe piensa que amanecimos juntos! - dijo Hunter terminandose de vestir

- ¡Que otra cosa quieres que piense si amaneces a mi lado y desnudo!

- Tranquilos-replicó el morocho- tal vez haya un malentendido

-¡O una maldita broma pesada!- dijo Sebastián ya enojado

-Oye no es para tanto- dijo Thad riendo- Trent, Wess y yo subimos a Hunter a tu habitación

- No entiendo que es lo gracioso- reiteró Sebastián

- Mira, es obvio que no se acuerdan por la cantidad de alcohol que ingirieron- dijo Wess- pero ayer luego de haber jugado pico- botella, ustedes mismos empezaron a bromearse entre coqueteos...

-¡¿Qué!? - gritaron los dos al mismo tiempo

-...¿me dejan terminar? Gracias,-continuó el muchacho

- No me importa lo que sucedió después-dijo Sebastián- sólo quiero saber como es que apareció Hunter en mi cama

- Hunter se había quedado dormido así que los tres nos reunimos y subimos como pudimos a Clarington tratando de que no se diera cuenta.

- Pues como sea no me gustan esas clases de bromitas- dijo Sebastián- tengo novio y lo saben,  ¿Que habría pasado si encontraba a Hunter aquí? Me llevaría un tremendo lío

- Cooper no es de esos tipos- replicó Blaine

- Tal vez pero habría sido un gran problema.
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Horas más tarde los Warblers excepto Sebastián y Hunter se reunieron en breadstix tratando de aliviar la resaca de la noche anterior.

- Siento lo que pasó esta mañana en la casa de Smythe- dijo Trent

- Enserio ¿a quien se le ocurrió esa idiotez? -preguntó Blaine sentándose con su latte en la mano

- Eso no es verdaderamente importante-dijo Thad

- Claro que lo es- replicó Blaine- debería suspenderlos por hacer esa locura pero se lo dejaré a Clarington.

- No es justo- reiteró Thad- además tu más que nadie no puedes pasar desapercibido lo que pasó anoche entre ellos...

FLASHBACK

-Smythe es tu turno- dijo Jeff mientras le pasaba la botella para que girara. El chico la recibió y en empezó el suspenso, cuando al fin dejo de rodar,  el pico señalo al joven ojiceleste que estaba a un costado.

- No olviden las reglas del juego- dijo Thad- no me interesa si se llevan bien o no aquí lo importante es que cumplan el reto. 

-Beso!, beso! Beso! - gritaban los muchachos eufóricos por el alcohol y por lo que se iba a dar en unos minutos

- Vamos Smythe-decía Hunter acercándose al muchacho que lo miraba con una sonrisa divertida- ¿o te da miedo perderte en mis besos?

- No te hagas el importante Clarington, es lo que menos pienso hacer.

Cuando rozaron sus labios no pudieron evitar una descarga eléctrica en sus cuerpos. Ese beso les hizo viajar en el tiempo cuando estaban en aquel hotel y no había nadie para verlos sólo ellos. Perdieron la noción del tiempo hasta que escucharon ruidos y se separaron lo más rápido posible.
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-Me gustas!, me gustas! - repetia Hunter una y otra vez a Sebastián quien reia más por la cerveza en sus venas que por la veracidad del ojiceleste.

Minutos más tarde los chicos tuvieron que separarlos luego de Hunter le gritara que era verdad lo que le decía mientras el rubio se defendía diciéndole que tenía un novio que lo amaba y que no andaba liandose con todos los chicos de Ohio. 

FIN DEL FLASHBACK

- ¿Ves? Simplemente no podemos dejar esto de lado, tal vez no lo recuerden o mejor se hacen que no lo hacen para ocultar lo que pasó- dijo Thad tomando su lastre

- Tienes razon- comentó Blaine- pero no es nuestro problema.
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Sebastián había estado toda la mañana arreglando el apartamento para cuando llegara Cooper. El chico hacia un gran esfuerzo para recordar parte de lo que había pasado en la noche pero no podía. Estaba en esas cuando sonó el timbre y corrió a abrir.

- ¿ Qué haces aquí? -pregunto frunciendo el ceño con sorpresa