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¡8K! ¡GRACIAS! ¿Podrían seguir votando para llegar pronto a los 700 votos? Gracias, gracias por leer<|3.

Nota agregada:
Ya llegamos a 9k, y yo no había actualizado hehehe. Se supone que actualizaría esto hace uuuuuuuuuuffff.

• Un infierno menos •
M a r i e

Los hombres de Gareth nos habían conducido dentro de Terminus con los ojos vendados y las manos atadas. La punta del rifle pegada a mi espalda me obligaba a avanzar como un vil perro con correa. A pesar de que no veía nada, ellos indicaban de vez en cuando con un 'izquierda' o 'derecha'.

Mi respiración resultaba temblorosa e irregular, y mi espalda se sentía, más que nada, vulnerable. No podía dejar de pensar en que él podría tirar del gatillo en cualquier momento, en cualquier segundo. Por accidente o apropósito, lo que sea. Temía demasiado que dispararan.

Me sentía egoísta por no dejar que mi mente se ocupara de mi hermano y los demás, que están atrapados dentro del vagón. Solo podía pensar en el coraje creciente en mi sistema, que apretaba mis entrañas con ira. Odiaba a Gareth, odiaba Terminus. Todo fue una trampa, todo fue un chiste montado de 'seguridad'.

Que gran Santuario, que gran comunidad.

Al mi sentido de vista ser obstruido por la tela fuertemente apretada contra mi cabeza, mi sentido del oído había incrementado de sobremanera que, cualquier sonido, hacía zumbar mis oídos, hasta agudizarse. Era como si cualquier sonido bajo, sonara demasiado fuerte para mi. Las pisadas contra el suelo se escuchaban hasta encima de mi, no podía distinguir si venían de mi lado o adelante, o tal vez simplemente hay mucha gente escoltándonos.

Claro, como si dos adolescentes vayan a intentar algo.

Mucho menos si no estaba acostumbrada a no ver, y tampoco si no estaba acostumbrada a ser apuntada directamente con un arma mientras estoy atada.

Ya había vivido eso antes con el Gobernador, pero eso era cuando lo de mi madre fue muy reciente, y yo ya no quería seguir más. Pero ahora era diferente, ahora quería sobrevivir, y salir de aquí. Y Gareth no podría quedarse sin su merecido, matarlo era nuestra única opción.

"Listo, deténganse" La voz de Gareth retumba contra mis oídos, y mis entrañas dan un estirón de impotencia. Lo odiaba demasiado, jamás le había tenido tanto coraje a alguien. Era de esas veces que si pudieras estrangular a esa persona en ese momento, lo harías.

La venda de mis ojos fue retirada de un solo tiro hacía abajo, cayendo como collar en mi cuello. Mis ojos se abren por instinto, y lo primero que mis ojos ven es un par de ojos azules y rasgados.

"Bu" Sonríe abiertamente Gareth a centímetros de mi cara, me mira como si fuera un cachorrito tras un cristal, de una manera tan falsa. Como si trata de lucir amigable, pero podía mirar detrás de sus ojos, la maldad que lo hacía actuar así.

Él se aparta de mi segundos después, pues yo simplemente le clavé cuchillos con la mirada, no dejando mi reflejo hacerme lucir tan si quiera una pizca asustada, aún y cuando por dentro mis latidos sean rápidos y mis piernas tiemblen como gelatinas.

Yo aprovecho para mirar a mi alrededor, y estamos en un largo pasillo oscuro con muchas puertas cerradas. Hay bombillas en el techo que iluminan de manera tenue, de manera frágil y casi no ayuda mucho a distinguir lo que hay al final del pasillo. Aquí lucía como la prisión, como si por dentro fuera siempre de noche.

Saving You [carl grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora