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• Asustada •
M a r i e

Sentía que el tiempo se detenía, los ojos de Rick no se despegaban de mi. Mis ganas de escapar eran incontrolables. Sentí mi corazón palpitando tan, tan fuerte, que dolía. Mi estómago se revolvía sin cesar, recordándome lo nerviosa que estaba. De pronto, mis piernas se sentían aguadas, y no pude evitar maldecir el haber salido de ese cuarto.

Lo sabía.  Yo lo sabía. No debí de haberme quedado, yo misma lo intuía..

«Oh, por favor. Es solo una simple pregunta»

Sí, si, si. 'Simple'. Entonces es también simple de contestar, ¿no?

Mierda. Cálmate. La mirada de Rick era de incertidumbre y sospecha. No tiene mucho sentido, pero a la vez sí. Claro, pues mi estúpido silencio lo ha delatado todo. Dios, que estúpida.

"Eh...yo...pues...sí-" Justo cuando me armé de valor para afirmar la pregunta....un ruido se escuchó, un fuerte ruido. Luego se escucharon unas voces, y Rick y yo miramos en dirección a las escaleras. Habían siluetas tratando de entrar a la casa, y se veía por las cortinas de la ventana a un lado de la puerta. Después, tres hombres entran abriendo la puerta como si nada y Rick y yo retrocedemos. Estamos en el living del segundo piso, detrás de nosotros están los cuartos y enfrente el barandal con las escaleras.

Retrocedemos tanto a tal punto de ya no ver lo que sucede en el piso de abajo, y lo único que podemos hacer es escuchar con atención y hacer el más mínimo ruido.

"Eres un cobarde" Voz muy, muy masculina. Mi cuerpo reaccionó. Intrusos. No sé porqué, pero fue tanto el miedo que se instaló en cuerpo y alma, que ya no me sentía en mi cuerpo. Se escuchaba un agudo sonido en mis oídos, mientras mi corazón se aceleraba intolerablemente. Era como...como si estuviera dentro de un traje espacial, solo me escuchaba yo, y todo lo demás lo sentía ajeno. Apreté mis puños fuertemente y traté de regular mi respiración respirando por la boca.

Si ellos nos encontraran...entonces estaríamos muertos.

"Lo...lo siento" Se escuchó un golpe y después un gemido de esa misma voz.

"Eres un cobarde mentiroso. Y eso serás siempre" Se seguían escuchando golpes raros,...a una persona, o...simplemente golpes. Muy leves, pero se escuchaban. Oh, Dios. Las voces se escuchaban tan cerca, ni si quiera quería asomarme porque sabía que estaban adentro y si esas personas escuchaban algún ruido...oh, mierda. De todas, ¿por qué justamente esta casa?

Rick se atrevió a caminar en reversa mientras con su brazo me estiraba con él, introduciéndonos lentamente a su habitación. Soltaba jadeos de en vez en cuando por el esfuerzo, y su mirada viajaba de las escaleras que daban casi directo con la puerta de esta habitación.

"No, por favor. Lo siento. No hagas esto, por favor" Rick escuchaba todo con la mirada en un punto fijo, atento a cualquier movimiento. Se puso en la orilla del marco de la puerta, escondido y yo lo imité.

"¿Qué diablos me dijiste?"

"Que no hagas esto, por favor. Lo siento, lo siento. Por favor" El hombre rogaba, parecía herido porque su voz sonaba amortiguada. Miro a mi alrededor la habitación, y veo fuera de la puerta las escaleras junto al barandal. ¿Dónde podría esconderme si suben? No hay lugar. Podría escaparme por la ventana, ¿pero si hay más afuera? No sabía que hacer. Tengo mucho miedo, siento esta sensación extraña de preocupación. Voy a morir, tal vez me hagan cosas que no quiero y me maten dolorosamente.

Mi cuerpo...se siente tan extraño. Estoy tan nerviosa que no puedo pensar en nada, mis latidos se escuchan en mis oídos y palpitan. Me siento enferma, mi estómago se revuelve como una licuadora incontenible, haciendo un alboroto en todo mi cuerpo entero. Mis piernas tiemblan, y me aferro a la pared en la que me apoyo. Mi corazón late fuerte, duro y rápido como un boxeador, siento la bilis subir por mi garganta, y aprieto los labios. Me siento tan rara, que me siento lejana a la situación. Como si yo no estuviera en mi cuerpo, como si fuera ajena a él. Estoy tan asustada...

Saving You [carl grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora