El hombre se halló de repente en la entrada de una enorme caverna, había dejado detrás toda aquella niebla que no le permitía ver nada. Podía oír sus propios pasos.
Él era alguien de poca fe, pero en este momento, sabía que necesitaba una ayuda divina.
Luego de estar parado durante un rato frente a aquella entrada, se decidió a entrar. No sabía por qué, pero estaba obligado a hacerlo.
Muy cerca de él, pero no tan nítido, podía escuchar lamentos y llantos, pero no veía nada. Mejor dicho, no podía ver nada.
La entrada fría y oscura que tenía enfrente, le hizo recordar que eso mismo era aquello de lo que las religiones siempre hablaban y reprendían... había llegado a las puertas del infierno.
Mientras entraba, pudo percibir un tremendo escalofrío que le recorría por todo el cuerpo, era una sensación desagradable.
También pudo sentir algo latente al fondo de esa cueva, algo malo para él.
A pesar del miedo que le producía eso, siguió avanzando, sabía que lo tenía que hacer, no tenía otra opción. Estaba expectante.
El olor a carne podrida era insoportable, pero tenía que seguir avanzando.
Luego, llegó el momento.
Una voz poderosa, gruesa y profunda habló de repente, una voz que estremeció a aquella pobre alma.
La voz solamente dijo una palabra.
-Bienvenido.
El hombre, asustado, hizo una pregunta con la voz quebrada.
-¿Quién eres?
La voz, muy paciente, le respondió:
-Sabes quién soy.
El alma se alteró.
¿Qué hago aquí? Yo he tenido una muy buena vida, no le he hecho mal a nadie.
Y luego de varios segundos, como dándole misterio al alma, la voz contestó:
-¿Qué querías?
El hombre se secaba las lágrimas y recordó una cosa más.
-En la tierra dicen que la mayor jugada que le hiciste a los humanos fue convencerlos de que no existías.
La voz, como siempre, con calma, le corrige:
-No. Mi mayor truco hacia la raza humana fue hacerles pensar que había alternativas.
El hombre no tiene más dudas.
-Tú eres el Diablo.
La voz lo vuelve a corregir.
-No. Yo soy Dios.
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Terror Nocturno
HorrorHistorias de terror cortas. Algunas encontradas por internet, otras reales. Otras por inspiración propia del autor.