Capítulo 9: I will

117 16 16
                                    

Jane aceptó sin titubear y Paul colocó el anillo en su dedo anular. Todos aplaudieron, a excepción de nuestros pequeños protagonistas. James sentía que podía romper en llanto en cualquier momento, todas sus esperanzas se habían esfumado repentinamente. Si su padre se casaba, nunca podría hacer que se juntara con su madre, y habrían hecho toda esta travesía en vano.

Planearon la boda para mediados de 1968 y todo siguió su rumbo. La banda iba de mal en peor, pero la relación entre padres e hijos iba viento en popa.
Era una noche fría de febrero y Paul estaba grabando una canción para el siguiente álbum, El Álbum Blanco. Mientras, en otra sala, John hacia lo mismo.

-And if I ever saw you
I didn't catch your name
The would never really matter
I will always feel the same-Cantaba Paul, hasta que lo interrumpió la voz de George Martin.

-No puede estar aquí. Podría ser una fan loca.

-Se la ve muy confundida...

-Denle algo de dinero y que se vaya.

-¿Qué sucede?-El bajista salió de la sala y se acercó a los dos hombres que hablaban preocupados.

-Hay una chica...Apareció aquí de la nada...

-Yo me encargo.-Pasó una mano por su cabello y fue al hall, donde  una chica con cabello oscuro, con sus hombros cubiertos por una manta roja, estaba sentada mirando el suelo. Estaba mojada, Paul no sabía cuándo había empezado a llover.

-Disculpa, nena, pero no puedes...-Ella levantó la mirada al oír su voz.

Paul se quedó helado. Esos ojos oscuros, ese fino rostro... ¡Era la mujer de sus sueños!

Literalmente, hacía dos años que soñaba con esa chica misteriosa.

De golpe le llegaron recuerdos a borbotones, y al parecer a ella también, ya que tenía la misma expresión de asombro.

-Paul...

-Alex...

Se unieron en un abrazo, que a pesar de ser muy fuerte, no representaba cuánto se habían extrañado. Nada podía representar eso, era algo tan inmenso como el universo mismo.

El abrazo duró unos cinco minutos, pero nunca se separaron del que se dieron con sus ojos. Ambos lloraban ante la vista confundida de todos los que trabajaban allí.

-Eres tú...Realmente eres tú...-Susurró él, acariciando su mejilla.

-Estoy tan confundida...Estaba en mi casa hablando con un detective y de golpe aparecí aquí...

-¿Detective? ¿Para qué?

-Para que me ayudara a encontrar a mi hijo.

-¿Tienes un hijo?

Ella asintió.

-Se llama James...

Todos los cabos se ataron en la mente de Paul, y no dudó en volver a abrazarla con fuerza.

-Nuestro hijo...

-¿Cómo sabes que es tuyo?

-Es igual a mí-Rió.

-¿Lo has visto?

-Está en la cocina.

Alex corrió a la cocina y no tardó en cargar a su pequeño, quien la abrazó con fuerza.

-¡Mamá!

-¡Oh, James! ¡Estaba tan preocupada por ti!

-Lo siento...

-Ya no importa.-se secó las lágrimas que habían surgido y sonrió-Vamos a casa.

-¿Va a venir papá?

-Claro que sí.

Pronto Paul se unió al abrazo familiar, que duró más que el anterior. Y sin más, los tres se fueron a casa. El día había terminado con una gran sorpresa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 26, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Padres e HijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora