Capitulo 2

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«No todo es lo que parece»

—Lo que quiera... Hacer no te importa—Digo sin mirarlo.

La lluvia, por fin parece estar acabando. A pesar de eso, siento que mi cuerpo completo esta congelado y si, el individuo que esta a mis espaldas me esta observando.

—Claro que me importa, debido a vos no he podido dormir como debería—Me hace saber.

Mis labios se fruncen.

—¿Eso que tiene que ver?—Le pregunto alzando la voz.

Cuando digo eso escucho una leve risa.

—Por si no te has dado cuenta, compre este departamento junto a la azotea y pago para que sea privada—Espeta como explicación.

Siento sus pasos acercarse. 

—¿Que?  Claro que no, vos estas loco,este lugar es para cualquiera  —Le aseguro juntando mis labios.

Otra risita aparece,yo rodo los ojos ¿Le causa gracia todo esto?

—Lo siento,no podés lanzarte en la azotea de otros.Andá y compra la tuya porque esta ya es mía—Me dice ahora en tono serio.

Lo ignoro, por lo visto es un boludo ¿La azotea es de su propiedad? Me encojo de hombros, no bajare hasta que se valla.

—¿Quien sos? ¿Por que siento que estas haciendo esto por llamar la atención?—Pregunta.

Al escuchar esa estupidez volteo, pierdo el equilibrio pero logro bajar un escalón.

Estoy temblando.

—No necesito... —Me quedo en silencio.

Por fin lo veo,mis ojos parpadean frente a él. Sus ojos me observan sin despegar la vista de mis manos, estoy sumida en su rostro. Es alto, más alto que yo.Sus cabellos son castaños, su nariz un tanto respingada mientras que sus labios entre abiertos se ven secos, pálidos.

— No necesito llamar tu atención—Digo en un susurro.

Y me mira, por fin puedo verlo cara a cara y es que mis sentidos se pierden producto de su mirada tan intensa.

—Sea lo que sea, baja de ahí—Ordena.

Y vuelve a mirar mis manos.

—¿No entendés nada verdad? No estoy haciendo esto por llamar la atención—Le digo con dolor.

Siento como su rostro me examina, vuelve a mirarme y sin decir nada se aproxima a mi.

—Vos no entendés nada, esto es una mierda—Exclama.

Toma una de mis manos con rapidez y aunque intento soltarme su fuerza es demasiada.

—Soltame ¡Que haces!—Grito alarmada.

Me mira, no deja de fruncir el ceño pero sus ojos se hunden en mi mano, claro había olvidado que estaba herida.

—¿Como podés dañarte así? No entiendo porque hay personas que hacen esta mierda—Recalca con frustración.

Se ve afligido, no lo entiendo. Sus manos acarician mi herida y eso provoca que duela, no demasiado.

—Quiero irme—Susurro algo avergonzada.

Me siento una loca, como si hubiera escapado de un psiquiátrico. Ahora pienso en lo que iba a hacer segundos atrás.

—Hace cinco minutos querías morir, no jodas—Dice sin mirarme.

Examina mi mano, para mi sorpresa rasga con fuerza un trozo de su remera, voy a protestar pero estoy observando todo con atención ¿Por que esta haciendo todo esto?  Lo miro, me da una mirada y luego cubre con el trozo de genero parte de mi mano, sin dejar de mirarme,cubre mi mano con cuidado.

Destinos Cruzados [Laliter] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora