VI

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Por primera vez iban a aprovechar a un condenado a muerte para la investigación científica. Utilizarían un ferry interplanetario ya construido y diseñado para soportar y transportar cargas y pasajeros entre Marte y Júpiter. Este ferry reposta en el ascensor espacial marciano y siempre hace el mismo trayecto hasta Júpiter para llevar su carga hacia sus lunas. Lleva acopladas varias naves más pequeñas y reforzadas para soportar la radiación joviana, que sirven para ir del ferry a las lunas habitadas. En esta ocasión se decidió utilizar una de esas naves para acercarse extraordinariamente a la atmósfera de Júpiter y soltar allí su cápsula.

Era un preso político al que se le incriminó de cargos que no había cometido. Su historia ya la conocían todos aunque los medios de comunicación dejaron de hablar de ello tras el juicio. La decisión de transformar su muerte en un espectáculo con tintes "científicos" desató un clima revolucionario por todos los territorios habitados y su muerte llevaba camino de desatarla.

La cápsula era como un batiscafo lleno de cámaras y sensores. Llevaría acoplado un pequeño cohete que se activaría al salir de la nave y se desprendería de la cápsula cuando agotase su combustible dejando la cápsula perfectamente esférica. Serviría para que cayera relativamente despacio sobre la atmósfera y no precisara de escudo térmico. Además del cohete de frenado, la cápsula contaba con unos pequeños alerones y disruptores. Con un gran cristal panorámico. Con cámaras hacia el pasajero.

Caída LibreWhere stories live. Discover now