✧ birthday gift - jicheol ✧

✩Capítulo único✩

JiHoon llegaba a su casa después del agotador trabajo que le dejó su padre en la cafetería. Había tenido que trabajar mucho ya que el lugar se había llenado por completo y tenía que hacerse cargo ya que su padre se había ido de vacaciones con su madre y le había dejado encargado la cafetería. Era temprano pero él y ya se sentía cansado. Cuando entró a su casa, se sentó en el sillón y sacó su teléfono móvil para llamar a su novio.

-Cheol, lo siento, no podré ir a tu casa estoy cansado.- Dijo apenas escuchó que contestaron su llamada.

-Está bien... Entonces, ¿puedo ir a la tuya?- Preguntó el mayor.

-Sí, pero no entiendo para qué, después de todo, la fiesta es en tu casa.- A veces no entendía a su novio, o quizá no sabía entenderle.

-Puedo cancelar la fiesta, quiero pasarla junto a ti. Además de que quiero que me des mi regalo.- El castaño abrió sus ojos, exaltado, había olvidado comprar un obsequio a su novio. Esta no se la perdonaría, de eso estaba seguro.

-Cheol, lo olvidé por completo. Lo siento.- Confesó con cierto temor, esperando a que el otro no gritara al otro lado del teléfono.

-¿A qué te refieres?- La voz de su novio sonaba tranquila, demasiado.

-No pude comprar tu regalo, estaba muy ocupado y lo olvidé totalmente. Perdóname.- Mentalmente estaba rezando porque el mayor no fuera a gritar.

-No te preocupes, tú me vas a dar mi regalo aunque no lo hayas comprado.- Aquellas palabras lo sorprendieron, algo planeaba su novio y tenía que admitirlo, le daba miedo.

-¿Qué? No te entiendo, Cheol.- Esperaba una explicación pero, como siempre, el mayor evadía sus preguntas.

-Solo espérame en tu casa, dentro de media hora estoy ahí, ¿sí?- Sin darse cuenta asintió con la cabeza aunque su novio no le viera.

-Te espero, entonces. Nos vemos.- Se despidió.

-Nos vemos..- Fue lo último que había escuchado antes de cortar la llamada.

¿Ahora qué le regalaría a su novio? De tanto pensar aquello no se dio cuenta que la media hora ya había pasado. El timbre sonó y él fue, casi corriendo, hasta la puerta principal, abriéndola para observar al mayor parado, esperándole con una sonrisa pícara en los labios.

-Cheol, pasa.- Se hizo a un lado para que su novio pudiera entrar.

-Ya te dije que no me llames así.- Acusó con su dedo índice el mayor mientras fruncía sus labios en una mueca tierna.

-¿Eh? Oh, cierto. Lo siento... amor.- Dijo lo último con un cierto tono extraño en la voz ya que no estaba acostumbrado a decirle así al mayor, aunque ya llevaban un par de años saliendo.

-Mucho mejor. Ahora, tu premio.- Seungcheol cruzó el marco de la puerta y dio un beso fugaz a los labios del otro.

-Cheol...- Los ojos del menor se habían abierto, casi por completo, del asombro. Era la primera vez que el mayor había tomado esa iniciativa.

Generalmente se daban besos tímidos pero preguntando con anterioridad al otro si es que podía besarle. Sí, a pesar de que llevaban dos años como pareja, aún no tenían intimidad y solo salían pocas veces a citas. El trabajo de JiHoon en la cafetería de su padre no le daba el tiempo necesario como para tener una vida íntima con su novio. Le frustraba de cierta manera, pero por otra parte lo agradecía ya que aún no sabía nada respecto al tema.

JiHoon era un joven que a pesar de su edad, no había hecho muchas cosas "normales" como los otros chicos. Podría decirse que aún era inocente, todo lo contrario de su novio, el cual tenía una vasta experiencia en temas sexuales. Para JiHoon era la primera vez en tener un novio, una pareja mejor dicho. En cambio Seungcheol, ya había tenido tantos novios que había perdido la cuenta, pero JiHoon era su gran amor y por eso esperaba pacientemente a que el menor estuviera seguro de sí mismo para poder tener relaciones sexuales con él. Aunque ya había perdido toda esa paciencia y no aceptaría una negación por parte del menor.