Almas descontroladas

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-había una vez, una linda pelirroja que engaño a su prometido por un perro, pero lo que ella no sabía es que su prometido era un cazador y mataría a ese perro frente a sus hermosos ojos verdes, y luego la mataría a ella mientras se quedaba con su hermosa hija, fin ¿te gusto mi historia?
Madeline asintió, no porque lo pensará, pero debía de estar lo más calmada posible para poder alimentándose bien para el bebé que llevaba en el vientre a penas tenia panza, y esperaba que no le siguiera creciendo, no hasta que llegarán a rescatarla, esperaba que William recordará los buenos tiempos que pasaron juntos, lo había amado tanto, pero se había ido demasiado rápido.

-¿Qué pasó con el joven que llego a la casa de mis padres a pedir la mano de su hija más pequeña?
Esa pregunta hizo que William riera con ganas, estaba parado frente a ella, y se volteo, esperaba que hubiera algún indicio de lo que había sido William en su tiempos de honestidad.

-pues murió ¿no lo recuerdas? Un lobo grande y negro me mato - se echó a reír- tu estabas ahí, si tu estabas ahí, lo recuerdo muy bien, y te fuiste con aquel lobo, y tuviste hijos de él, hijos que debían de ser míos, pero eso ya no importa, porque tu ya no importas - la frialdad con que había dicho aquellas palabras la había helado, su corazón era una bomba al sentir sus labios sobre los suyos, no habían sido cálidos y tampoco habían sido como los recordaba.

- Recuerdo que aquel día nos casaríamos, estaba en verdad feliz, pero no fue mi culpa todo lo que paso - LA pelirroja estaba cansada, quería volver con su familia y eran las palabras que debía de usar para hacer reaccionar a su antiguo amor.

- Eso no te lo reprocho- Dijo mirando a Madeline- se que no fue tu culpa que ese lobo me hubiese matado, pero el echo de irte con él y casarte con él, si que lo es, lo que me hace pensar que jamás me amaste, pero no es la razón por la que estas aquí, tu... solo eres un sebo, uno que atraerá a tu hermosa hija, y podré saborear de ella frente a ti, eso sí que será espectacular ¿no lo crees querida? - la repugnancia se instaló en la pelirroja, estaba segura que no quería que sus sucias mano estuviesen encima de su hija, prefería que a ella misma la matará o hiciera algo contra ella antes que a su hija.

William había sido un hombre honorable y eso jamás se lo quitaría pero ahora no estaba segura de querer perdonar todo lo que estaba haciendo, separarla de su marido, de sus hijos, queriendo algo tan atroz con su hija y teniéndola encerrada sin mucha comida y con un embarazo que empezaba a notarse, si bien llegarían en cualquier momento, Gabriel llegaría y mataría de nuevo a William, estaba seguro de ello, pero en ese momento no el no podía hacer nada estando a mucha distancia de ella.

Gabriel camino junto con Max, el vampiro había caminado sin dirigirse a su castillo, estaba al tanto de la situación, William, el antiguo prometido de Madeline había hecho todo aquello, no sabía cómo y la verdad no le importaba, pero le importaba que él tuviese a su esposa embarazada, además de wueru sus hijos estaban en camino a rescatar a su madre, Danielle a penas había cumplido los 17 años, y Thomas solo era un transformado, si ben su fuerza era algo que nadie podría comparar, incluso creía que en un día de estos, su hijo iba a superar sus propias fuerzas, pero en ese momento aquello no era lo importante, sino su esposa y su embarazo

-Estas seguro que es po este camino?
Una vez más Gabriel ponía en duda las sugerencias del vampiro.

- Te lo he dicho antes, siento la presencia de la gran cantidad de magia que el hombre está implementando, aún no se de donde ha sacado poder, pero los gigantes de las montañas se han convertido también, sin embargo algunos han podido controlarse, según averigüe, la magia de ese hombre no puede controlar a los más fuertes, por estalló pierden rápido su control, varios demonios y vampiros lo han hecho ya y seguro que también lobos. Debemos de atacar su punto débil, y sabemos que no puede controlar a todos, a menos que algo lo este distrayendo haciendo que pierda algunos soldados.

-Cómo es que sientes la esencia de la magia?
Es un truco que me enseño mi padre antes de morir, jamás lo había implementado porque jamás lo sentí necesario, pero eta situación lo requería.
Gabriel lo miro, estaba atónito, pensó en su padre, aquel hombre que lo había llevado tantas veces a pescar, pensó en la primera vez que beso a Madeline, habían estado hablando de su padre, bajo las estrellas y en oscuridad se la noche, había sido especial.

-Por que no lo implementarse antes?

- No es una tarea fácil, además que no recordaba muy bien, por ello tarde Gabriel, además que es también estaba implementado la magia del mago conmigo, por ello me puedo transformar en ellos.