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Danielle giro sus manos en posición de ataque, las mentes estaban conectas y sentía la presencia de Thomas, sin importar los altercados que habían estado pasado entre ello pudo disparar al escudo protector, la debilitaron mucho, sin embargo las energías de a joven se estaban agotando, volvió a hacerlo, esta vez lo hizo y rápidamente empezaron a entrar, pero a pesar de ello, solo Thomas y ella habían pasado, el auto que había logrado había desaparecido más rápido de lo que habían pensado, ella miro a su hermano, si su hermano, no su mate, no su amor, su hermano, en este momento eso quería que el fuese

-Debemos hacernos cargo de esto, solo nosotros dos- Thomas empezó a caminar y mirando a los demás detrás del escudo, lo siguió

-no entiendo porque solo se abrió por unos pocos segundos - le dijo, sabía que su hermano estaba molesto, pero ahora debían de dejar sus diferencias de lado, era a su madre a la que iban a rescatar, no a su mascota

-no abrimos nada Danielle, él solo quiere que nosotros estemos bajo sus dominios- ahora lo entendía, William quería que ellos llegarán, era una trampa, quizá morirían ¿Pero que más importaba ahora? Cuando han pasado tantas cosas juntos ¿De qué servía dejar todo, a su madre encerrada en aquel lugar porque ahora sentían temor de sus vidas?

Todo podría pasar, sus vidas podrían estar en peligro, podrían caer en una trampa y sin embargo aun permanecerían juntos, porque eran familia, sin importar los lazos sanguíneos o el querer hacer algo incapaz de lograr

-me gustaría que todo volviera a ser como antes, mamá, papá, tu y yo, juntos en nuestra casa, sin tenernos que preocuparse por nada - por supuesto que todo eso ambos lo soñaban, también pensaban que quizá el ser mates había sido un error, habían pasado de ser hermanos a ser pareja y ambos sabían que jamás seria como antes, no podrían volver a ser hermanos de nuevo, después de tantos besos y caricias, era imposible

-Eso se llama crecer, en algún momento de nuestra vida tenía que pasar - por supuesto que lo sabía, era una mezcla, tenía responsabilidades que asumir, tenía que enfrentar a sus padres en la cruda realidad en la que estaban viviendo, Thomas no tenía que decírselo para saberlo y aun así ella se molesto al escuchar aquellas palabras de su hermano

-Tienes razón, estamos creciendo - Dijo y empezó a caminar por delante de él, estaba segura que era mejor alejarse, hasta que todo acabe o sino jamás volverían a ser lo que eran antes

-Puedes dar por hecho que ya están en la cúspide de la montaña - pero a Gabriel no le pareció, sentía la presencia de su hija y su hijo, incluyendo la de Walter y Jonathan y otros más que no sabía, pero sus hijos estaban separados, y los sentía un poco más alejados, el pantano olía horrible y algunas criaturas que jamás habían visto habían atacado, pero ellos permanecían juntos, no estaban muy lejos de ir donde su esposa e hijos estaban, era un pasaje que el vampiro conocía, Max le ocultaba más cosas de las que se había imaginado ¿Magia? ¿pantano? ¿Qué más seguiría? Se suponía que Max era su amigo, su suegro y a pesar de ello seguía ocultando más y más cosas

-Seguro que deben de estar cerca-fue su respuesta, habían pasado por tantas cosas que el pensaba que jamás habrían secretos entre ellos, pero se había equivocado cruelmente

-Esperemos que si- Max había pasado por muchas cosas en su vida, cosas que ahora se lamentaban, era el rey de los vampiros, sin embargo sabía que no era el más fuerte, siempre había temido que alguien lo restituya y acabe con la raza de los vampiros, porque estaba seguro que pronto acabaría, como iban las cosas estaba seguro que él ser humano prevalecerá por ser el ser más débil e inteligente se la historia, eran incapaces de hacer algo que su misma religión no se lo permitía, no eran aptos a combates, eran débiles, y sin así, era la mayor población que había, porque por muchos vampiros que hubiesen, jamás tomarían el mundo de los humanos, quedaban pocos, solo unos pocos, los gigantes estaban por extinguirse, las mujeres no quedaban preñadas, y la hombres se mataban unos a los otros, al igual que los vampiros y lobos, porque aunque en lobos hubiesen más cantidad de población, todos sabían que no podía vivir sin su pareja...y eso los hacía cada vez más débiles e indefensos, eran todos estos pensamientos que lo atormentaban, porque a pesar de que su hija era una de las más fuertes en el mundo, no podría salvar a los seres habitantes del planeta y eso lo enfurecia cada vez más, porque el quería permanecer en este mundo lleno de maravillas


-Deberías saber que al pasar un mes en el estado de la transformación, se quedarán así para siempre, salvajes - William empezó a reír, para Madeline todo era más complicado, había pasado tres semanas en ese lugar, y las transformaciones habían ocurrido desde hacía tres días antes de su secuestro solo esperaba que Danielle y Thomas pudieran llegar a tiempo

Un poco tardado que aquí está
Espero que les haya gustado, son los últimos capítulos de esta historia y también el último libro de la trilogía si se le puede llamar así

Att. Celestetoo

Almas descontroladasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora