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Estaban pisando la montaña, había tanta peste para su olfato tan sensible que creían que iban a desmayarse en cualquier momento, Danielle estaba tan sumergida en sus pensamientos, desde hacía días que había estado pensando en él embarazo de su madre, y en las probabilidades que tenían de darles la espalda a sus padres cuando supieran lo de Thomas y ella, por supuesto que todo esto le estaba afectando, no había hablado con su hermano desde hace un día y se había juntado con Charlie y con Sebastian, y eso había enfadado a Thomas más de lo que creía, el tosco aroma se filtraba por sus fosas nasales.

-Danielle ven aquí- Walter le hablaba, estaba junto a Jonathan y Thomas, veían un precipicio por debajo que les impedía pasar al otro lado

-¿Cómo pasaremos?-Pregunto, Sebastian y Charlie llegaron un poco después y al ver que les esperaba del futuro, pensó que iban a morir en ese preciso momento, la joven miro al mitad vampiro esperando a que le dijera las palabras que menos deseaba escuchar

-Vamos a hacer un puente de agua, al final hay un río, lo alzamos y congelamos - ella no iba a poder hacerlo, estaba más que segura, él podía, el agua lo controlaba tan bien como el latido de su corazón, ella no podría hacerlo, era el elemento más costoso

-Imposible, sabes que no puedo controlar el agua y mucho menos podré congelarla - Thomas solo la observaba, quería hablarle pero estaba tan enfadado con ella que no lo iba a hacer, no de nuevo, para Danielle, él  solo era un juguete para divertirse un rato, el que siempre arreglaba las cosas era él, no iba a volver a ceder

-tu no congelaras nada-ella pudo retirar más tranquilamente pero Walter continuó - Lo haré yo, tu solo levantarás el río -se asustó y lo miro con terror, a penas podía hacer una bomba de agua ¿Cómo podría hacer elevar todo un río? Fue entonces cuando empezó a sudar frio, su mirada fue directamente a Jonathan, era su tío y su apoyo y claramente eso le había molestado aun mas a Thomas.

-Bueno comencemos - Walter comenzó a caminar, el río el sonido de la corriente del río se escuchaba así como los latidos del corazón de la pelinegra

-¿Podría hablar con mi sobrina primero?- Jonathan miro a Walter que asintió, sin mirar a nadie, Charlie, Sebastian y Thomas miraron como el vampiro la llevaba un poco más adentro del bosque, Thomas sin mirar más, se sentó en una piedra, estaba molesto con su hermana, pero eso no significaba que no le preocupaba, aunque en este punto no sabía si estaba preocupado por su pequeña hermana o por su mate, ahora todo era muy confuso para él.

Danielle espero a que su tío comenzará, pero sol una mirada de él hizo que se derrumbara en sus brazos, estaba devastada, y no sólo por el hecho de hacer algo que no creía poder hacerlo, sino que, implicaba más en su vida en general, el todo lo que estaban viviendo, en Thomas, en sus padres, en las decisiones que debía de tomar y que no estaba segura de hacerlo, y en ese momento y único apoyo era Jonathan, él la abrazo, era de esperarse que su sobrina se sintiese agobiada, apenas había cumplido los 17 años, y todo se volvía un caos.

-Vamos Dani, se que puedes hacer todo lo que te propongas- limpio sus lágrimas y la miro con ojos tiernos, para Danielle aquello había sido más valioso que mil palabras, lo abrazo y juntos regresaron donde todos los esperaban, Thomas no la miro, le dolió saber que a su mate y a su hermano no le importaba

-Comencemos- se animo a decir la joven, empezaron juntos, Walter le iba dando instrucciones de como hacer tal cosa, apenas levantaba un poco de agua, había pasado mucho tiempo, y sus manos y piernas le dolían, pero persistió hasta lograr que la suficiente agua llegase a un punto de altura favorable para todos los presentes.

-buen trabajo - la alago Sebastian, caminaron por el hielo un poco delgado debido a la cantidad de agua que había podido levantar Danielle, pero todos pasaron con bien

Al llegar al otro lado, Danielle miro como Thomas se alejaba de todos, debería de ir a buscarlo, pero se quedo allí parada, esperando a que su humor mejorará, pero sabía que si no hablaba con él, jamás pasaría y eso la tenía en angustia más de lo que ella se podía imaginar.

Almas descontroladasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora