Speechless »ChanSoo«

Capítulo III.

Al siguiente día, tal como dijo, fue a buscar a su pareja, y se complació de verlo esperando a brazos cruzados en la puerta de su casa, lo saludó con un casto beso sobre sus labios antes de comenzar su camino hacia el instituto. Al principio se sintió un poco incómodo, porque no tenían esa tensión de querer pelear, pero tampoco esa llama color naranja que siempre acompañaba sus caminatas alegres; pero no duró más de cinco minutos cuando la espontaneidad de Chanyeol les permitió iniciar una animada charla que duró hasta el salón de clases.

Chanyeol se sentía de muy buen humor, el día anterior habló durante horas con Kyungsoo y quedaron en encontrarse quince minutos después de clases en el salón del más pequeño. Chanyeol sabía de unas mentas que solía comer su hermana y no picaban mucho, entonces le llevó un paquete del mismo para que las pruebe a ver qué le parecían. También pensaba llevar a Baekhyun con él y, quién sabe, los dos podrían llegar a ser buenos amigos. Esa era la solución que se le había ocurrido para que no hubiesen más malos entendidos.

Cuando Chanyeol mostró sus deberes, el profesor lo felicitó por haber contestado todo correctamente y por no haberse equivocado en las tonterías de siempre; también felicitó a Baekhyun por tenerle la suficiente paciencia a su amigo para ayudarlo. Ambos se miraron incómodos y se limitaron a sonreírle al docente.

Al terminar el período escolar, Chanyeol se acercó al más bajo y se sentó en el pupitre del frente, girándose con una sonrisa.

—¿Tienes algo que hacer hoy?— Baekhyun suspiró.

—Sí, creo que lo voy a estar por unas semanas.— A Chanyeol se le escapó una mueca, nunca había estado tanto tiempo sin compartir sus tardes con el otro, incluso después de los entrenamientos, últimamente ya no volvían a casa juntos. —¿Recuerdas a Oh Sehun?— Chanyeol pensó unos segundos.

—¡Ah, el nuevo!—Baekhyun asintió. —Sí me acuerdo, ¿qué pasa con él?

—Pasa que el entrenador me pidió ayudarlo con sus entrenamientos como lo hice contigo. Asique tengo que estar pendiente de él por un tiempo.— tomó la mano de Chanyeol.—Lo siento. —Un malestar se apropió del pecho del peliplata, se sentía un poco decepcionado, y hasta inseguro. ¿Qué pasaba si el nuevo se fijara en Baekhyun?, o peor aún, que fuera Baekhyun quien lo empezara a mirar de otra forma. Después de compartir todo ese tiempo juntos a cualquiera le podría pasar. Justo como pasó con él.

—¿No puede hacerlo alguien más? —Bekhyun le sonrió, enternecido.

—No, los otros mánager están pendientes del campeonato interescolar y los fondos para el equipo, soy el único que está con "menos trabajo". —Chanyeol frunció los labios y se limitó a acariciar con sus largos dedos las manos del pelinegro. —¿Estás celoso? —Bromeó el más bajo con una sonrisa, pero Chanyeol sólo lo miró un poco apenado.

—Un poco. —Admitió. Se levantó del asiento para besar a Baekhyun, no importaba cómo lo viera, él era tan apreciado. Acarició su mejilla con una de sus manos y disfrutó los cortos segundos que el más bajo le correspondió, porque luego se separó brusco, buscando con su mirada el reloj del salón con espanto.

—Lo siento, Chanyeol. Tengo que irme ahora, ya me atrasé demasiado. —El pelinegro tomó su bolso y corrió de la sala antes de que el peliplata siquiera se despidiera como normalmente lo hacía, bufó. Al parecer eso de estar semanas sin Baekhyun a su lado iba enserio.

Tomó asiento y notó que en el reloj recién habían pasado diez minutos del termino de clases, tomó su bolso y se dispuso a llenar los últimos cinco minutos en el camino al salón de Kyungsoo. Verificó llevar las pastillas con él, entonces siguió caminando con una sutil sonrisa sobre su rostro, esperaba que ese día al menos pudiera escuchar un murmullo de Kyungsoo; ni él estaba seguro de su obsesión por ser más cercano al chico, pero no podía ser nada malo.