Acabo de terminar de comer e instantáneamente empiezan las arcadas, voy corriendo al baño y vomito todo lo que había comido anteriormente, me enjuago la boca y me miro al espejo veo a una persona gorda y con un aspecto horrible, la bulimia me está matando.
Mis padres han intentado todo conmigo desde aquella vez que se dieron cuenta que me obsesionada con mi aspecto físico.
—¡Mamá, por favor dejame entrar al casting de modelaje! Me harás la más feliz del mundo
—No Lila, ya te dije que no, esos cuerpos no son reales.
—Anda mamá, si no me quedo no te vuelvo a insistir.
Hay un momento de silencio, mi mamá esta analizando mi propuesta, hasta que por fin dice.
—Esta bien Lila.
Me sentía fenomenal. Salgo de la casa rumbo al casting.
Hay una larga fila de chicas con características diferentes pero hay algo en común en ellas, todas son hermosas a pesar de sus defectos físicos, busco el final de la fila y me formo, la fila avanza rápido y en cada paso que doy mis nervios aumentan hasta que estoy a pasos de que toque mi turno.Nos separan en dos equipos, conformados cada uno de ellos por 6 personas. Todo va por turnos y cada chica tiene su número conforme iban llegando, yo era el fabuloso número 126. Cuando entramos había dos mesas de jurados sentados en sus butacas y a cada chica le tomaban sus medidas según el grupo en el que estaban (masa corporal, estatura y talla).
Cada prueba la hacíamos con tacones de una plataforma grande y no había ningún asiento.
Ya había pasado 2 horas sin parar en ese cuarto, algunas ya se habían quitado los tacones y estaban sentadas en el suelo para sobarse los pies ; sin embargo me mantenía en pie con los tacones, estaba agobiada pero mis ganas de quedarme ahí eran mayores.
En la última hora nos pusieron a modelar como si fuera una pasarela, ésta prueba fue individual, tenía que sacar lo mejor de mi. Me pongo un poco nerviosa porque estaban grabando, pero la seguridad ante todo. Me preparo, me pongo seria y miro al frente, camino y en medio del salón hago una pausa, preparo una sonrisa, me coloco la mano en la cintura y volteo ha ambos lados, sigo caminando hasta llegar al final y hago lo mismo que al principio, doy media vuelta y camino con la vista enfrente.
—Chicas, esto es lo último y cuando terminemos las fotografías vendrá un chico para darles las gracias y una plática motivacional.
Todas asintieron, el dolor y la preocupación reinaba en sus bellos rostros.Ya era mi turno y me subieron a una escalera, ahí yo tenia que modelar en cualquier posición. Sentía mi sonrisa más falsa que los tatuajes que viene en las papas, pero me aguantaba el dolor que sentía en mis pies que gritaban que descansara. Terminaron los flashasos y me senté unos cuantos minutos. Miré de reojo a los jueces que estaban haciendo anotaciones a cada chica que pasaba ¿qué estarán apuntando? Me cuestionaba en cada prueba.
Por fin llega el chico y nos habla de la fortaleza que hemos demostrado estas 2 horas, nos regala varios volantes de escuela de modelaje y se va con una amplia sonrisa.
—Bien señoritas, mañana les hablaremos a primera hora a las chicas que se quedaron. Muchas gracias por participar, ¿alguna pregunta?
Nadie dice nada y se van haciendo felicitaciones a una chica que probablemente escuche la llamada a primera hora a su casa.Mi mamá me recoje cuando salgo del casting.
—¿Cómo te sientes?
—Bien, gracias.
Asiente y seguimos el camino hasta casa sin que me pregunte alguna otra cosa.
Cuando llegamos todos me ven, pero nadie hace ningún comentario ¿acaso no soy su familiar? la tristeza me recorre, pero ya he pasado cosa más duras y esto no me a tirar como antes.
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Marginada.
Teen FictionLila es una chica joven que se le presenta una decisión difícil que sin querer va a cambiar el rumbo de su vida, ahora será muy pesada y la va a orillar a tomar decisiones extremas e inconscientes. Amor, desamor, excluimiento, tristeza, dolor, todo...