ELIZA

Capitulo Veinte

20. Más sangre.

DANI

Desde aquella salida con Gemma siempre esta conmigo salimos a pasear, al parque, el cine y hasta a comer helados. Realmente no se como hacer, pienso que si le digo que soy un mafioso me odiara y se alejara de mi, pero si no le digo seria ridículo porque no puedo ocultarlo ¿O si?.

 Nunca me había enamorado de esta forma, soy un hombre de negocios, soy un mafioso y mi padre me enseño que la mujeres son un signo de debilidad. Es injusto porque si me tuvo a mi y a mis hermanos...

 Solo soy amable con Max y Eliza, a Bepa siquiera la veo como una madre, ella es una mujer despreciable, en mis actos de colegio nunca iba, solo Sol mi nana, Bepa estaba dispuesta a todo incluso a entregarnos con tal de obtener mayor beneficio... A veces me pregunto como mi padre se enamoro de ella y recuerdo: Claro, la rusa lo engatuso... Ya eran las ocho de la mañana y era mi día favorito porque iría a cobrarles a los malditos drogadictos, si no pagan los mato fácil. Hoy llevare a Max, ayer mi dijo que ya era hora de aprender sobre el negocio familiar y yo con gusto acepte.

Estábamos en el cuarto que mas bien parecía una celda y eso es exactamente, Spencer el tipo que me debía cincuenta mil dolares, es increíble que ese bastardo me quite esa cantidad para comprar su porquería.- Max ¿Crees que este tipo merece morir o le damos una pauta para que me complete el dinero?.-le dije y Max sonrió sádicamente, sabía que este muchacho tenía nuestra sangre.

-Dani, mira como este tipo se encuentra en un aspecto deplorable.- Y era cierto, Max lo había golpeado previamente hasta que yo le ordene que parara, sabia que si le decía mátalo iba a obedecerse.- Es mejor que lo mates o lo mate yo de una vez.- completo Max mientras yo sonreía, estaba orgullo de el. Tome el arma le apunte en la sien y dispare, ni inmute por los sesos regados por el piso, ordene a Matias un pequeño argentino que limpiara el desastre. Pronto lo iba a ascender para luego convertirlo en una de mis maquinas de matar.

...

-¿Que te pareció?-le pregunte a Max y este alzaba la vista, ya habíamos salido de el edificio o como yo le llamaba El edificio del juego. Cuando estaba estresado solo iba allí tomaba a uno y pum, mi estrés desaparecía.

-Pensé que iba a ver más sangre, pero esta bien... dijo tan despreocupado que por un momento me asuste, la primera vez que yo golpee a alguien de esa forma temblaba como una hoja, pero Max no.

-Es solo el comienzo, mañana empezaras con las prácticas de armas y Eliza con las de defensa.-respondí alegre, me sentía orgulloso de lo que había logrado, Max era mi próxima maquina para asesinar y Eliza era el cerebro, planea tantas cosas. Una vez me ayudo hacer tratos con los Irlandeses y como sacar más provecho, funciono.

-Apenas llegues te bañas, tienes una gran mancha de sangre en tu camisa blanca Max.- le dije y este inmediatamente bajo la vista hasta su camisa y frunció el ceño. Llegamos a la casa y nos dio la bienvenida los inmensos pinos cubiertos por un manto blanco, nieve. Odio la navidad por eso, nieve, resfriados y frío lo detesto.

ELIZA

Los chicos salieron muy temprano para el trabajo, sabía que iban hacer y estaba ansiosa para cuando me tocara a mi. Desayune, tome una ducha y me puse a pensar que me iba a tatuar, estaba nerviosa por ello. Había hablado con Diego para que me acompañara pero su padre lo requería para un trabajo. Por la ventana de mi habitación caían copos pero pude diferenciar que habían llegado, salí corriendo al recibidor y los espere, Max traía una gran mancha roja en su camisa y grite.- ¿QUE CARAJOS TE PASO MAX?.-le dije y este sonrió.-No me paso nada, no es mía.- Y frunció los labios.

Ya eran las diez y estaba impaciente, Max estaba en mi habitación y Dani en su despacho. Tome mi teléfono y eche un vistazo a mis redes, Facebook doscientas notificaciones, dos mensajes y diez solicitudes;  Instagram tenía trescientas peticiones de seguimiento y mil me gusta mas a mis fotos. Si olvide mencionarlo, tengo 5K seguidores y eso me hace sentir realizada ~pufff, presumida~.

Sonó el timbre y me imagine que Bonnie abriría la puerta, respire ondo y salí hacia la sala a recibir a Kevin, el tatuador.

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ME DEBEN ODIAR POR NO ACTUALIZAR, Y LO SIENTO. PERO AQUÍ OTRA ENTREGA DE ELIZA.