Epílogo

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Epílogo

Un joven rubio de ojos azules corría todas las mañanas por aquel parque de Londres y Gary lo observaba desde un banco como todos los días. Cada vez que recordaba aquel día que encontró a Eliza en el bus su corazón latía a mucha velocidad. Recordaba que todo lo vivido hace dos décadas como si fuera ayer.

Su cabello rubio ahora con pequeños reflejos blanquecinos y ciertas lineas de expresión en su rostro, aunque claro está que aquella hermosa sonrisa lo hacen ver joven.

Hace unos 20 años que sucedió esa historia, donde villanos se volvieron héroes y héroes en villanos.

Cada mañana le daba gracias a Dios por un nuevo día y por un nuevo comienzo.

El recordaba que una mañana en el gigantesco parque vio un periódico rodar por el suelo lo tomó y leyó lo siguiente:

Familia completa es atrapada por la policía y es acusada de narcotráfico y contrabando de armas. Los Daghaloj una familia honorable y respetable bajo los barrotes de metal.

Con que eso había pasado con los Daghaloj, Max y Dani presos al igual que sus colegas.

Por un lado el se sintió bien, pero por otro no, ya qué las personas que le habían dado bocado estaban tras las rejas.

-Amor ¿que piensas?-preguntó una mujer mayor de ojos azules. Es Eliza.

-En nada, amor, sólo que el pasado es algo que nunca podré olvidar.-respondió Gary girando la cabeza en dirección a Eliza, convertida hace años en la señora van Persie, Gary tuvo que cambiar de apellido para no ser descubiertos por los Daghaloj.

-Principe, eso es pasado y creo que ya es momento de olvidarle. Ya han pasado veinte años.-dijo Eliza poniéndose de pie y llamando la atención del joven que corría.

-Gael, tu padre y yo nos vamos. Así tu charlas con tu novia.-dijo Eliza una vez que Gael, su hijo, el mismo chico que corría minutos atrás en el parque.

Gael tenía dieciocho, y estaba en el primer año de psicología. Un joven estudioso y muy guapo, el rubio de su padre y el azul de su madre.

-Mamá... Ella está muy molesta-reprochó Gael.

-Gael, no sabes lo que es estar lejos de quién amas, así que te mueves.-dijo Eliza y todos se carcajearon.

-Esta bien madre... Adiós-se despidió el joven de su madre con un beso y se su padre con un gran abrazo, ambos adultos se tomaron de la mano y caminaron por el sendero que se  dirige a la salida.

Ya afuera el sol los alumbraba de una forma esplendorosa, Gary se freno en seco y Eliza también.

-¿Que sucede?-preguntó Eliza intrigada frunciendo el entre cejo.

-Que eres hermosa, mi vida no sería nada sin tí. Elizabeth Sophia ¿aceptas ser mi amor por siempre y para siempre?-dijo Gary sosteniéndola de las muñecas.

Eliza sonreía embobada, era lo mejor que le había pasado en su vida.-Claro que acepto, y siempre lo haría. Te amo Gary.-contestó Eliza después de varios segundos de silencio.

-Yo también te amo.- Respondió Gary besando los labios de Eliza y recordando viejos tiempos.

Ambos caminaron en dirección al sol, sol, que no veían hace mucho por causa del invierno.

Ambas personas mientras caminaban por aquella calle iban dejando atrás todo lo malo, a novios sicarios, primos bipolares, familias mafiosas y sobre todos aquel odio que esa pareja tenían en su corazón.

Ahora sólo queda esperar a ver que les deparará el destino.



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Boom, babies. Estoy muy happy pero también como que Sad por este final. *Llora*



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