Habían pasado dos días desde la noche que Jacob se quedó con ella y aún la seguían, pero Claire había decidido no decirle nada De hecho le había mentido diciendo que ya nadie estaba tras sus pasos. Estaba agradecida con su nuevo amigo, pero no iba a pasarse la vida bajo su protección o escondida tras alguien, desde chica se había hecho cargo de sí misma, no iba a dejar que eso cambiara.
Tampoco iba a esperar que aquel silencioso acoso se convirtiera en algo más, si Lucian Crow pensaba que eso bastaría para callarla, estaba muy equivocado.
Volvió a mirar hacia atrás y vio a los dos tipos que la seguían. Caminó hacia la estación de policía.
-Hay dos matones siguiéndome desde ayer, ahora mismo están allí afuera haciendo guardia. Estoy segura que los envía el dueño de Gladius, quiero que los detengan...-dijo cuando un policía le preguntó que necesitaba.
-Venga por aquí y explíqueme – le dijo el oficial y ella contó toda la historia. Por suerte parecía que aún la justicia existía porque la escucharon y dos oficiales se movieron con prontitud para aprehender a quienes la seguían. Increíblemente estaban fuera de la estación de policía y no opusieron resistencia. Aunque la mayor sorpresas, se la llevó un rato después.
-Señorita – dijo el policía.
-¿Los arrestaron?¿Tienen antecedentes? ¿Confesaron? – preguntó ella ansiosa.
-No, no los arrestamos.
-Pero llevan tres días siguiéndome..¿Acaso van a esperar que pase algo? ¿No les importa si esos matones me atacan?
-Es que , verá, ellos no son matones...son guardaespaldas profesionales.
-¿Son qué? – preguntó sorprendida.
-Son guardaespaldas, tienen licencia autorizándolos y pertenecen a la empresa de seguridad de mejor reputación. No son matones, entiende, ni se dedican a dañar gente. Se encargan de proteger a políticos, famosos...
-¿Son guardaespaldas, no matones? ¿Entonces por qué me están siguiendo...?
-La protegen.-¿Qué?- preguntó incrédula.
-Están cuidándola. Y aunque no dijeron quien los contrató, tampoco puedo detenerlos porque no han hecho nada malo. No sé lo que está pasando pero no creo que deba solucionarlo en una estación de policía.
-Lo siento...-se disculpó avergonzada. Estaba muy confundida, aunque sólo conocía a alguien con el suficiente dinero como para hacer eso.
Salió decidida y afuera se encontró con los dos guardaespaldas esperándola. Se paró frente a ellos y les habló
-¿Van a continuar siguiéndome? Bien, les aviso que tomaré un taxi para ir a Gladius. Así les facilito un poco el trabajo, de pasó quizá puedan avisarle a Crow que voy a verlo – les dijo y, tal como imaginaba, ellos no respondieron. Sin perder más tiempo buscó un taxi.
En un primer momento, la secretaría no quiso dejarla pasar si no tenía una cita previa, pero ella insistió diciendo que estaba segura que su jefe aceptaría verla. Finalmente la secretaria aceptó preguntar, y Lucian dijo que la atendería.
Esta vez no dudó al cruzar la puerta. Entró decidida.
-Doctora, ¿qué la trae aquí? – preguntó con amabilidad.
-Basta de juegos...¿contrató guardaespaldas para que me siguieran? ¿Por qué?
-Bueno, hizo declaraciones contra mi empresa, si algo le sucediera, me acusarían a mí, ¿verdad? Sólo quería librarme de cualquier acusación- contestó restándole importancia.
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Desde las sombras
RomanceLucian Crow había sido su primer amor, su primer hombre y el centro de su mundo, hasta que la echó de su vida cruelmente. Ahora , Claire ha decidido volver a su ciudad natal y su camino vuelve a cruzarse con el de Lucian, pero esta vez se han co...