Capítulo 19

14.5K 1.2K 547
                                    


Estar preso no era tan malo, afortunadamente su mala reputación servía para algo y no tenía demasiados conflictos. Debía mantenerse alerta, pero también podía estar solo en su celda y dejar que su mente descansara un poco.

Aquella expiación de sus malos actos le daba un poco de paz, por primera vez se sentía libre, lo cual era muy contradictorio. Pero ya no tenía que hacer cosas que no quería, su padre también había sido condenado pero al contrario que él, su condena era de muchos años.

Tenía la sensación de que las cosas se habían acomodado, que habían vuelto a su lugar.

Lo único que seguía atormentándolo era el arrepentimiento por la noche que había pasado con Claire, sabía que no debía haberlo hecho, que sólo les causaría más dolor a ambos.

Debería haberla echado de su casa, pero él ya sabía de su inminente detención cuando ella llegó a verlo, ya había jugado todas sus cartas y al tenerla allí confesándole que lo amaba, no había podido resistirse.

Había sido egoísta y mezquino, pero qué le hacía un pecado más cuando la necesitaba. Sólo que aquella noche le había dado esperanzas a ambos y él sabía que no debía ser, era hora de cortar con aquel destino que los había lastimado, estaba cansado de luchar.

La amaría siempre, eso era innegable, lo había sido desde el principio, pero ya era hora de dejarla ir, esperaba que ella hiciese lo mismo. Aunque no parecía algo fácil, seguía viniendo y pidiendo verlo sin importar que él se negara.

Sacó de su bolsillo la carta que ella le había enviado y la releyó, ya el papel comenzaba a ajarse de las veces que la había leído.

Mi amor:

¿Estás bien?. Espero que seas fuerte y resistas, come bien, duerme y no te enfermes.

Yo estoy bien, tus guardaespaldas siguen tras de mí como cachorritos y la gente a mi alrededor cuida de mí, no tienes que preocuparte.

No importa si no quieres verme, estoy aquí, y estaré cuando salgas. Nos hemos esperado tantos años, ¿qué importa un poco más?

Puedo ser más testaruda que tú, voy a esperarte aunque no quieras.

Pero esta será la última vez, luego no te dejaré ir más.

Te envié libros para que el tiempo pase más rápido, por favor, por favor, vuelve a mí.

Y cuando sea muy difícil cierra los ojos y vuelve a nuestra noche eterna, yo siempre lo hago, siempre estoy contigo.

Te amo, Lucian.

Claire

Lucian se acostó en la cama, puso el papel sobre su corazón y cerró los ojos.

Había mentido, no se arrepentía de aquella noche, era lo único que tenía ahora. Podía cerrar los ojos y volver a ella. Claire siempre había sido su lugar, donde él pertenecía, donde ansiaba regresar, donde era feliz y tenía paz.

8 meses después...

Claire terminó de atender a su último paciente, colgó su delantal en el perchero, tomó su bolso, suspiró y salió de prisa. Casi se chocó con Jacob al salir.

-Iba a buscarte, ¿ya te vas?

-Sí...

-¿Estás lista para el gran día? – preguntó él y ella sonrió.

-Más que lista...pensé que no llegaría nunca.

-¿Quieres que te acompañe?-preguntó pero al ver la mirada de ella, sonrió- Imagino que no, quieres ir sola.

Desde las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora