Capítulo 17

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Claire había sido muy paciente, ahora que sabía la verdad, podía darse el lujo de la paciencia, pero la llamada recibida aquel día fue el detonante.

La llamó quien había sido su mentora en su antiguo hospital, cuando vivía en otra ciudad.

-Hola Claire, ¿cómo va todo?

-Digamos que bien, Rose, ¿y tú, todo bien? – preguntó ella pues el tono de voz de su amiga le indicaba que había sucedido algo importante. Además era tarde, no solía llamarla a esa hora.

-Rose...-insistió inquieta.

-Sí, sí . Todo bien, no te preocupes, sólo que descubrí algo que me intrigó mucho y pensé que tú querrías saberlo.

-Dime de qué se trata, me estás inquietando.

-Es que hicimos la auditoría contable del hospital y descubrí algo. ¿Recuerdas las donaciones que recibíamos? Con las que compramos equipo nuevo y todo...

-¿Las del donante anónimo?

-Sí, bueno , no tan anónimo. Investigando un poco hemos descubierto que ese dinero proviene de Lucian Crow. ¿Ese es el hombre con el que tienes el conflicto por la contaminación, verdad?- preguntó la mujer pero Claire estaba procesando la información.

-Sí, es él...-dijo.

-¿Y sabes qué es lo más extraño? Las donaciones comenzaron desde que ingresaste al hospital, la misma fecha. Increíble coincidencia , ¿verdad? Y a pesar que te fuiste siguen haciendo una donación anual. Yo tenía una imagen mental de ese hombre por lo que sucedió con sus empresas pero esto me desconcierta. ¿Por qué donaría tanto dinero a un hospital que ni siquiera está en su ciudad? No hay ninguna vinculación...salvo tú. ¿Claire sabes que está sucediendo?

-Te llamo después Rose- dijo y cortó. Medio atontada dejó el teléfono y en vez de apoyarlo sobre la mesa, lo soltó en el aire.

Claro que ella era el vínculo, ¿de cuántas formas había estado cuidando de ella durante todos esos años?

Se consideraba una mujer inteligente, pero cómo había podido ser tan ignorante.

Al irse de su ciudad natal, todo había mejorado para ella, de pronto su mala racha se había cortado y había accedido a la vida que había deseado. Jamás se le hubiera ocurrido que alguien estuviera pagando el precio por eso.

Si seguía investigando y raspando la superficie, qué más descubriría de Lucian, ya había descubierto todo el lado oscuro de él, pero también había un lado de ángel custodio que había ocultado muy bien. ¿Cuánto le debía sin saberlo?

Estaba enojada, terriblemente furiosa con él por mantenerla al margen. Debía verlo, pero a aquella hora seguramente ya había dejado la oficina. Debería ir a buscarlo a su casa, rápidamente buscó toda la información que había recolectado de él, en algún lado debería estar su dirección.

Al abrir la puerta, la última persona que esperaba encontrar Lucian, era Claire, pero allí estaba. Y antes que pudiera echarla se coló por debajo de su brazo y entró a su departamento.

La chica dio un rápido vistazo al lugar, era un ambiente amplio, minimalista, con muy pocos muebles y en la gama del blanco y el negro.

Era un lugar frío y despojado.

-¿Qué haces aquí? – preguntó él y maldijo mentalmente a los guardaespaldas a por no avisarle que ella iba hacia su casa. Tendría que hablarles sobre lo que esperaba de ellos.

Desde las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora