–¡Como mierda volvió a aparecer ese hombre!–grito mi mejor amiga asustada y la mire mal.
–No seas dramática, quizá es broma de alguien–dije encogiéndome los hombros pero seguía nerviosa, nadie hacia este tipo de bromas.
–No seas estúpida Alejandra, M.M es como "-A" en pretty little liars–repite cada palabra con su tono asustado.
–Estás mirando mucho esa serie, te está lavando el cerebro–mirándola sorprendida y asustada abrí mi computadora.–Ya que estás aquí, pelee con Jack, nuevamente–suspire abriendo Safari.
–¿No se cansan de pelear? ¡Si fueran pareja fuera mucho más fácil!–dice sonriente y pongo los ojos en blanco.
–Sería peor, a el no le importa nadie y nada, se acostaría con la primera culo grande y teta de plástico. Jamás le guste, lo nuestro es amistad–mentí.
–Se nota que necesitas lentes, ese chico babea por ti, el día de la fiesta que estabas con ese chico él te quiso ir a buscar porque esta enojado al saber que no estabas con el–suspira y me quita la computadora, comenzando a hacer su magia.–Tenemos miles de sobrenombres, El micro de México es el más votado–dice mirándome con temor en sus ojos.
Rápidamente le arrancho la computadora y comienzo a leer sobre el. Es narco, como todo un Pablo escobar, mata a personas y es el más buscado en la frontera de México y Estados Unidos.
–Santa virgen de la sandia–suspire.–Creo que estamos en problemas.
–¿El micro? ¡tu papá biológico!–la miró mal por gritar y ella rápidamente se da cuenta.
–Quizá si, ¿Pero que quiere ese hijo de fruta?–le preguntó y me mira divertida.
–No lo sé, deja, lo llamo y le pregunto– saca su celular y se lo quitó enojada.
¡Su sentido del humor me estresa!.
–Tu sentido del humor es un asco–murmuré entre dientes.
–Vieja amargada–susurra por lo bajo.
–¿Que dijiste?–le pregunte ya sin paciencia.
–Que tengo ganas de comer empanada–pronuncia rápidamente y yo asiento.
Y así seguimos toda la tarde, buscando respuestas y demás, ya a las 5 Mia decide cerrar mi computadora y suspirar.
–Hay una fiesta a tres cuadras, ¿Deseas ir?–pregunta ya exhausta. Solo asiento y vamos a mi armario a ver qué podemos ponernos.
Mi oufit estaba lindo, pero decidí quítame el gorro, Mia me miraba horrorizada cuando lo tenía.
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–Pensé que te pondrías vestido–dice ella poniéndose unos aretes que tenia en su bolsillo.
–Es una fiesta de adolescentes no de La reina Isabel–dije con mi tono sarcástico causando que ella ponga los ojos en blanco.
