Ex, recuerdos y la verdad

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–Que fue primero, ¿El huevo o la gallina?–me pregunta Jack, arrancando césped del suelo.

–El huevo, o eso es lo que dice la prodigio de mi hermana.–me río y el me acompaña.

No teníamos tema de conversación, no nos llevábamos bien y pues, no tenía ganas de hablar con el.

Después de el gran secreto revelado de mis dos mejores amigos, decidimos hacer un picnic en Central Park, Mia y Tommy están en Chinatown comprando comida china.

–¿Has tenido novios?–pregunta mirándome.

–Si, dos y en el kínder tuve uno–sonreí y el soltó una risita.

–Yo una novia y en el kínder–me mira fijamente y yo solo miro hacia otro lado.

Cuando teníamos cinco años el y yo fuimos novios. Me pidió con una flor echa por el en san Valentín, solo le dije que sí porque me pareció muy bonita la flor y para ser tan chiquita me parecía muy bonito Jack. El y yo nos conocemos desde que somos una bola de carne. Pero en el único lugar en el mundo donde nos llevábamos bien, fue en el kínder. Desde que cumplimos diez años, el me jaló una de mis trencitas arruinándola haciendo que me enoje y dijera cosas muy hirientes que una niña de 10 años comenzando otra etapa de su vida, no tenía que decir...

Caminaba por los pasillos de Red Orange, y deje todas mis cositas en el casillero de mi salón. Luego para irme caminado con mi mochila de ruedas para esperar a Mamá.

–¡Madisson eres una tonta!–grita Jack y yo solo lo miro divertida. El siempre me saludaba así, porque decía que yo era una tonta al terminarle en kínder por dañarme mi crayón favorito.

–Me dañaste mi crayón favorito Jack–le dije riéndome y el miro una de mis trenzas fijamente. Se acercó y la jaló muy fuerte, lo mire enojada con mis mejillas calientes del enojo.–¡Que te pasa!–grite y el me miró enojado por gritarle.

–¡Perdóname! ¡Tenías una...–lo interrumpí pegándole una cachetada.

–¡No eres mi amigo, eres un bastardo y falso! ¡Mentiroso eso eres! ¡Me dijiste eras mi amigo pero me jalaste una de mis trenzitas!–grite y alarmado me miró.–¡Dejamos de ser amigos!

–No seas dramática Mad, es una trenza–dice con la voz quebrada.–No dejes de ser mi amiguita por favor–susurra cada vez más apagado.

–No, fuiste grosero y me dolió–dije para luego girarme y entrar al auto de mi mamá.

Desde ahí, Jack no volvió a ser el mismo niño alegre y divertido que era antes. Se lo veía cabizbajo y el único que hablaba con el era Tommy, cuando tenía 13 intente hablar con el pero solo me ignoro, yo ya había refrescado mi mente y pensaba que era demasiado estúpido para dejar de ser amigos eso de la trenza. A los 15 el me hablo finalmente, pero no era lo que esperaba...

Gruñía enojada por los pasillos de College, mi mente daba vueltas y veía todo rojo.

El profesor Lawrence me había dado un reporte por llegar tarde hoy. ¡No es mi culpa que Nadia Jeck haya dado una fiesta ayer! ¡Tampoco es mi culpa los rumores que se han esparcido de que perdí la virginidad! ¡Estaba ebria!.

MENTIRAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora