Inevitable amor (Zehrali)

Sus Palabras

-Alí-

Siento que algo extraño pasa, al llegar Zehra no me salido a recibir, hoy ni mi madre ni Nujin han venido, pero ¿dónde estará Zehra? Escucho unos ruidos desde su habitación, asustado me precipito a entrar, todo está patas arriba ¿Quién ha hecho esto?

-¿Zehra? – la veo en un rincón llorando y me acerco – ¿Qué sucedió? – me aleja de ella

- Me echaron de la escuela

- ¿Qué? ¿Eso no es posible? – esto me ha caído como un balde de agua fría

- Pues fíjate que sí "Los padres de familia se molestarían si se enteran que tenemos una estudiante que está casada"... eso dijo – se levanta y tira sus uniformes

-Zehra no hagas eso – trato de que se controle – Ya lo arreglaremos, no pueden echarte así nada más, yo había dejado todo arreglado, no entiendo qué sucedió ahora

- Tú familia, eso pasó seguramente – me respondió con la mirada llena de amargura

-Cálmate ¿sí? – me acerco y poso mi mano en su hombro – Te lo prometo

- ¡No me prometas nada! Grita y quita mi mano bruscamente haciendo que el regalo que traía se cayera- ¡Me echaron como un perro! ¡Vivo en un infierno! ¡Todo siempre se arruina! Además – agrega – ¡Rompes tus promesas como con el divorcio¡– eso último hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo

- Un infierno... -repito mirándola a los ojos sin expresión alguna

- ¡Sí! ¡Esto es un infierno! Sin infancia, sin escuela – me habla con dolor – ¡Detesto todo esto! – eso me dolió, yo me había esforzado tanto para hacerla un poco feliz y me acaba de decir que la vida conmigo es un infierno, sus palabras penetraron en mi corazón como dagas, no digo nada, simplemente me voy.

¿Por qué no valora el esfuerzo que he hecho estos meses? Me siento inútil, me duele el pecho, me duele tanto, no sé por qué pero me duele... su mirada, sus palabras me hirieron, ¿yo también soy ese infierno que la atormenta aunque me esfuerce por luchar contra mi apellido?... Mi apellido, Kirman, gran apellido dicen todos, gran maldición digo yo.

Camino sin rumbo fijo durante horas, se ha hecho de noche, no sé bien como he llegado aquí, pero aquí estoy, en una cantina, ¿acaso está en mi naturaleza ser su infierno y no me doy cuenta? Debí dejar que me matara el hermano de aquel guardia al que asesine cuando me drogaba...

-Zehra-

Le he gritado a Alí, me desquité con él, él que ha sido tan bueno conmigo, se fue sin decir palabra alguna, solo me miró y puede ver el dolor que le causaron mis palabras en esa fría expresión ¡Qué tonta! ¡Qué tonta soy! Me repito ¿Por qué me dejé llevar por la ira y arremetí contra él que se veía tan preocupado? Ahora lloro de arrepentimiento al ver en el suelo una caja con envoltura de regalo.

"Para Zehra, la futura mejor maestra del mundo. Con cariño Alí" – Decía la tarjeta encima de la caja, la abro lentamente era un libro titulaba "Pedagogía del Oprimido – Paulo Freire, educador, pedagogo y filósofo brasileño" - abracé el libro a mi pecho y me sentí tan culpable. Decido salir a buscarlo, pero ¿dónde?

-¡Onur! ¡Onur! ¡Onur!

-Dígame

-Saldré un momento, regresaré con Alí, no se preocupe

-Pero no puedo permitir eso, es muy tarde, las Señoras se enojarán conmigo – dice preocupado

-Le he dicho que regresaré con Alí – suspiro – la verdad es que estoy preocupada por él, no sé dónde está y tengo miedo de que recaiga en algún vicio, mejor ayúdeme a buscarlo

-Está bien, pero necesitaremos más ayuda entonces

-Ya llamé a mi amigo Yusuf, él ya está en el centro del pueblo, ahí nos encontraremos

Salimos deprisa, Alí no contesta su celular y cada minuto que pasa me angustio más, los tres lo buscamos durante un par de horas, hasta nos separamos para cubrir más terreno y nada...

-Solo queda un lugar del que he oído – me dice con preocupación Yusuf

-¡Dime!

-Es una cantina de mala muerte y nido de muchos vicios

-No puede ser, pero es nuestra última esperanza

- Onur regrese a la casa por si Alí ha regresado y no lo sabemos, yo iré con Yusuf

- No puedo hacer eso, si es así el Señor Allí se enojaría mucho conmigo, además si ha regresado pudo haber llamado al notar que yo tampoco estoy en la casa

-A menos que esté borracho... o drogado – digo con tristeza

-–No pienses así Zehra – dice Yusuf – ya pasó mucho tiempo de eso, tranquila

Y así los tres nos encaminamos a esa cantina ubicada en el lugar más remoto de ese pueblo, era una noche tan oscura, no había estrellas y hacía mucho frío, pero ahí estaba él, tendido en la barra medio dormido, con una mano de almohada y en la otra una botella

-¡Alí! – corro hacia él atrayendo la atención de los presentes

- No hagas mucho escándalo Zehra – me dice Yusuf al alcanzarme – puede ser peligroso, vámonos de prisa

- mmmmmm – Alí se queja sin moverse, parece que está muy borracho

Onur y Yusuf lo levantan, finalmente logramos llevarlo hasta el auto y regresar a casa, Yusuf nos acompaña, me ayudan a dejarlo en su cama

-Es muy tarde Yusuf, quédate ésta noche

-Muchas gracias Zehra, pero si no regreso se preocuparán por mí, además si mañana viene gente de la mansión y me encuentran aquí ¿qué excusa daremos? Se meterán en graves líos si se enteran de esto

-Muchas gracias a tu Yusuf, muchas, muchas gracias