Capítulo X.

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No suelta mi brazo hasta que cierra la puerta y, cuando lo hace, me acorrala contra esta colocando ambos brazos a cada lado de mi cabeza.

-¡¿Puedes decirme en qué coño estabas pensando?! -grita y noto la furia en sus ojos.- ¿Qué se te ha pasado por la cabeza, Alessandra?

-Yo lo sabía.- tartamudeo.- Sabía lo de las drogas.

Tyler se aleja unos pasos y la furia da paso a la frustración. Veo sus manos pasar a toda prisa desde su cara hasta su pelo.

-Tú...- me señala.- Tú no sabes nada.


Sube las escaleras y no dudo en seguirlo tan rápido como puedo hasta su habitación.

-¡Tyler, para!

Lo encuentro tirando todos los objetos que se encuentran a su alcance; lanza la lámpara al otro extremo de la habitación, y tapo mi boca asombrada por su reacción.

-¡Eras la última persona que quería que supiera de esto! -grita.

-¿Por qué? -murmuro, aunque me escucha.

-¡Joder, porque me importas! -grita aún más, y me quedo estática en el sitio.- Me importas más de lo que deberías importarme.


Parece recordar lo que le dije en la planta baja, ya que el vaso vacío que tenía entre las manos, estalla entre estas, provocando un estruendo y sangre entre sus dedos.

Miro sus ojos, y tomo aire antes de arrepentirme de lo que voy a hacer.

Lo tomo de la nuca y junto sus labios con los míos, provocando que suelte un pequeño suspiro.

Tyler se separa y junta su frente con la mía.

-No sé por qué lo haces.- susurro tomándolo por las mejillas.- Pero sé que tienes que tener una razón; al menos, eso espero.

-No... no vuelvas a hacer eso.- musita.

-¿El qué? -tartamudeo asustada por el anterior beso.

Noto sus oscuros ojos profundizarse en mi ser más interno, y me estremezco por lo que va a hacer a continuación.

Sus manos se aferran en mi cintura y tira de mí hasta chocar con su cuerpo.

Noto que sus labios cubren los míos, y su agarre se endurece.

Suelto un pequeño gemido al notar su lengua tocar la mía por primera vez.


Gruñe cuando nos separamos en busca de aire. Pongo ambas manos en su pecho y lo miro en busca de respuestas.

-Alessandra...- se sienta en la cama, y me encanta ver su rostro sin ese ceño fruncido tan particular.- No quiero meterte en esto.

-No vas a hacerlo.- me siento a su lado y observo su perfil.- Pero no tienes que hablar de ello si no quieres.

Tyler mira su regazo antes de dar un suspiro y empezar el relato. No puedo creer estar en esta situación.

-Mi madre... mi madre de adopción.- se corrige a si mismo.- Ella vive en San Francisco, yo vivía allí hasta que me mudé aquí hace dos meses. Hace un año, mi madre tuvo una pareja, me enteré de que éste era un narcotraficante, así que le dije a mi madre que no tuviera más contacto con ese hombre, el cual me metió en este lío. Él era el hombre más viejo que había en la fábrica.- da una bocanada de aire y continua.- Él se enteró de que yo le había dicho a mi madre que lo dejara, y...

Su voz tembló y vi su mandíbula tensarse.

-Tyler...- dije con la voz entrecortada; me costaba verlo así.- Si no quieres...

00:00 AM, Sr. PoseyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora