Capitulo XIV-II: Ahora nunca

18 0 0
                                    

¿Alguna vez han visto un perro perseguir un automóvil? realmente no lo puede alcanzar pero si lo hace, no sabe que hacer con él, y así estaba yo, realmente no pensaba que llegaría a aquel momento, sentía que después de tanta travesía para llegar allí, lo iba a desperdiciar, quedaba muy poco tiempo, eran las 7:45 aproximadamente, ¡apenas una hora! y yo botaba cada segundo en cualquier cosa, en rondar por la casa, en conversar cosas con ella, la verdad pensé si no puedo hacer las cosas tranquilamente no podré hacer mucho mas sin que la comodidad entre ambos desaparezca así que era el momento de dejar de planear y pensar demasiado que fuese tal cual como había sido todo, sin plan si expectativa sin un guión el cual seguir, así fuese simplemente una charla pasajera con ella.

Conversábamos de cualquier cantidad de cosas en el mueble de la casa, de sueños extraños, de personas, divagabamos entre temas, y me llamó la atención que, ella tenía un leggins, tela que es muy delgada, y no recuerdo cual fue el motivo, pero se que la besé y quise acariciarla entre sus piernas, por encima de la tela, ese simple momento valió para que recordara que la deseaba bastante, justamente ella me detuvo para decirme que necesitaba cargar su teléfono por si su amiga le escribía porque se acababa de apagar, allí estaba ese pequeño inconveniente otra vez, pero como por deseo mío, la energía eléctrica se fue, pude imaginarme a un primo mio subido aun poste con unas enormes tenazas cortando uno de los cables de alta tensión y respondiendome con un pulgar arriba: Al fin una casualidad que jugaba a mi favor, la reina no tuvo mas remedio que volver a su asiento, esta vez había cambiado algo, apenas teníamos luz tenue que provenía de una casa vecina, y cuando la besé tenía esa sensación contrariada de querer ver y ese magnifico momento donde lo que se siente se amplifica porque solo sientes y no ves nada.

Recuerdo que los besos fueron excelentes, no podía tener mis manos quietas, ella estaba demasiado cerca, y el rosar de los labios lentamente era demasiado tentador, mi mano iba hacia sus piernas, y hacia ligera presión mientras nos besábamos, tomé su cabello en mi mano y lo apreté ligeramente, estaba conteniendome bastante porque la verdar tenía demasiadas ganas de perder el control, ese perfume que traia y lo suave de su piel, me tenían demasiado distraído, quería ver, pero no podía, solo sentía, rápidamente ella estaba sobre mis piernas y me gustó, la sensación de que yo estaba totalmente llevando la acción y el asunto se fue, y pesarla desde un ángulo bajo fue excelente y todo su peso encima mio también, deslizando una mano por la espalda solté su brasier muy rápidamente, apartando toda la tela de mi camino y halando su cabello hacia atrás, besé su pecho, ni siquiera puedo describir la sensación que tuve, se sentía demasiado bien, básicamente pase mi cara por ellos, con los ojos cerrados sin soltar su espeso cabello, pase suavemente mi lengua, mordí su extremo suavemente y apreté con mi mano libre a su gemela
sencillamente tenía ganas de arrancar ese leggíns y hacerla mía en ese instante, le propuse ir a las habitaciones de arriba y su respuesta era no, cuando quise deslizar mi mano dentro de su pantalón se rehusó, por un momento llegué a pensar que era solo yo el que tenía esa sensación, pero no, también sentía que estaba conmigo en eso, supuse sin equivocación que no quería ir mas allá por cuestión de culpa, pero ella también sabía que no lo dejaría ir tan fácilmente, yo quería enfáticamente su orgasmo, después de la ultima vez que a 200km de distancia casi lo pude sentir mio, teniéndola allí no quería dejarlo ir, ella quiso negociarlo, que tal si solo me daba placer a mí y la dejaba a ella tranquila, casí sentí eso como una ofensa, no, mi placer era el de ella, cualquier otra cosa me era irrelevante, ellá si deslizo su mano en mi pantalon y notó que mi deseo era muy real, y luego de tanto insistir cedió solo a dejarme deslizar la mano, ya comoda en el mueble y entre la oscuridad donde solo se podía sentir, la besé y deslice mi mano, debo admitir que fue la gloria introducir un dedo y sentir su humedad, e inmediatamente escuchar un gemido suyo, eso ultimo, termino de volver nada mi auto control, realmente estaba grave, de su boca salio un "esta bien vamos arriba" y de camino volvió la luz, y ya en el cuarto, estaba sobre la cama y al fin retiré ese pantalón que me molestaba tanto, de la misma forma el resto de tela, hubiese querido tener horas para detallar milímetro por milímetro aquello que estaba viendo, tenía un hermoso color de piel, unas caderas anchas muy provocadoras, un cabello disperso alrededor de su cara que estaba llena de expresiones, su entrepierna adornado muy de cerca por su tatuaje, todavía me pregunto como mantuve la cordura, sin quitarme una sola prenda de ropa, estaba cerquita de ella de nuevo, esta vez besando grande y viendo, algo fuera de control bese su cuello y su perfume olía muy bien con mi mano derecha palpé su entre pierna, que estaba humedamente tentadora, presionando su centro y acariciando me dejaban escuchar sus gemidos que eran mucho mas de lo que podía soportar, quería besarla allí y ella no me dejaba, me acerqueé a su pecho y dije "así pero mas abajo" y presione mi lengua contra su peson y dibuje un circulo en un ritmo sexy entre rapido y lento, una sonrisa de su cara me dio a entender que ya tenía permiso y fui a sus piernas, y vi aquello que me faltaba por apreciar: era pequeña, para su tamaño demasiado sexy, y la besé como si del manjar mas exquisito que hubiese visto antes se tratara, y así de rico fue, cuando ya empezaba a disfrutarlo demasiado ella quizo detenerme, yo no quería, me aferré a sus muslos y ella entre gemidos y esfuerzos intentaba apartarme, que fuerza de volutad tenía! ella seguía preocupada por su amiga y puso a cargar su celular, pude detallar toda su piel, entre color, suavidad e imperfecciones, tengo que admitir, su trasero era demasiado fenomenal, pase mis dedos por el, y lo apreté, me sorprendió demasiado lo mucho que me gustó eso en particular, de vuelta al asunto, seguí jugando con mis dedos, su placer se me hacia demasiado natural, tanto que me puse a jugar con su ritmo, mientras la veía casi sufrir de placer bajaba el ritmo y no la dejaba venirse, era demasiado rico, indescriptible, lo hice así un par de veces y finalmente la deje elevarse mucho y se vino muy notoriamente, me causaba una inmensa intriga imaginar que tanto sentía, y allí estabamos, en unos segundos de sobriedad, ella con sus ojos cerrados procesando lo que acababa de sentir y yo observándola detenidamente, algo orgulloso del placer que habia causado, quizas fue mi error dejarla venirse, porque ahora quedaba yo exageradamente provocado, pero sentía autosuficiencia, quizás hubiese querido hacer mas, pero era nuestro primer encuentro de ese tipo, y estaba saliendo muy bien, me quedaba matar el antojo de entrar en ella, pero por mas que insistí no quiso ceder, pero quizo ver mi placer tambien, y con mucha confianza y para mi sorpresa, saboreo mi miembro de pies a cabeza, y puedo decir que a esas alturas no me quedaba mucho control y se que la apreté me moví, hice ruido y me vine, no precisamente en ella, sino hacia todos lados, fue un desastre completo pero, ciertamente me calmó considerablemente, ya el poco tiempo que teníamos se agotó, ya su amiga venía llegando, hubiese querido que nos quedasemonos un rato ahí sin ropa para consentirla mucho, pero no se podía, nos vestimos y sin tiempo de procesar nada de lo ocurrido, entramos en otro asunto social, ese "ahora o nunca" valió la pena segundo a segundo, y me dejo un querer grande de una segunda vez a futuro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 12, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Reina de Espadas ¿Quien es ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora