Capítulo 22

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- Te ves ...

- Preciosa, lose ¿ Podemos darnos prisa ? -. Meredith caminaba a un paso tan rápido que casi parecía que corría. Contestó a Dag del modo más sarcástico que pudo pero aun así cuando levantó la cabeza por encima de su hombro para verlo seguirle el paso, no pudo evitar sentirse incómoda.

- Iba a decir nerviosa.

- Bien-. Apretó sus puños.

- Tienes que calmante -. Le pidió con una calma que no era propia de él. Meredith se giro con fuerza y lo apuntó con un dedo.

- Arvid Dag Brance ¿me estás dando ordenes? -. El dedo empezó a hacer presión contra su pecho y Dag poco a poco empezó a cambiar la expresión de su cara a dolor.

Meredith suspiró y continuó caminando mientras Dag se masajeaba el pecho. Ella había vuelto de su misión a el mismo tiempo que su compañero rubio y cuando descubrieron que tras el incidente en Beacon estaba el equipo donde estaba Dante echaron a correr en su búsqueda.

- Sabía que tenía que haber hablado con él cuando lo vimos y estaba hablando raro -. Se quejó la mujer mientras Dag se colocaba junto a ella.

- Dante es así...

- No y lo sabes tan bien como yo -. Se detuvo otra vez. - Si no te has fijado en todo este tiempo que Dante habla raro cuando está nervioso o extresado-. Suspiró y miró a sus ojos avellana. - Es que eres idiota.

Dag fue a abrir la boca pero Meredith levantó una mano abierta.

- Cállate.

Volvió a caminar hasta llegar a las primeras escaleras de la residencia de profesores. Apurada pasó de subirlas de uno en uno por ir de tres en tres mientras que Dag, gracias a sus largas piernas, el esfuerzo de subir más rápido no parecía molestarle. Cruzaron barios pasillos mientras contaban en sus mentes el número de puertas blancas hasta llegar a la que a ambos les interesaba.

Glynda les indicó cual había sido el dormitorio asignado a su amigo y cuando la líder de MRAD pidió aquella información no se negó a proporcionarsela.

Dag golpeó la puerta con sus nudillos y Meredith daba suaves golpes con su pie en el suelo mientras de brazos cruzados miraba expectante la puerta.

- Se acabo -. Dijo la chica mientras rodeaba el pomo con su mano y tiraba de la puerta. Para su sorpresa y la de Dante la puerta estaba abierta. Meredith cambio su rostro de enfado y frustración por sorpresa inmediata al sentir la puerta ceder a su toque brusco.

Dante estaba sentado frente a una mesa de madera llena de papeles desordenados. Se giró para mirarlos y luego se puso en pie bruscamente.

- ¿Buenos días? -. Fue lo primero que salió de los labios del moreno.

- ¡ Buenos días! -. Repitió con brusquedad la mujer. - ¿Acaso eres tonto? No, no lo eres-. Musitó para sí misma y luego lo empujó. - ¿Tu equipo en problemas? ¿Beacon atacada? ¿Heridos por tu culpa? ¡¿Cuando pensabas decírnoslo?!

Dante retrocedió pasos a medida que la peli negra lo seguía empujando hasta que uno de sus pies chocó con una pila de libros y estos se cayeron.

- Med -. La llamó Dag desde la puerta, caminó hasta ella cuando vio que no iba a parar de mirar mal a su amigo. - Dante nos lo iba a contar, solo que no ha tenido tiempo.

- ¡Llegamos ayer a tenido tiempo de sobra! -. Apuntó a Dante con un dedo. - Di algo.

- Espero disculpen mi falta de sensibilidad y la desfachatez de no acudir en su presencia para hacerles llegar la noticia de lo ocurrido y como afectó eso a mi equipo.

El Concepto De CaballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora