El Concepto De Caballero

Capítulo 3

- ¿Cómo se supone que deba mantener este secreto con mi propio equipo? -. Preguntó ya sin ganas Azariel.

Beatrice estaba junto a él de brazos cruzados y con el rostro molesto. Ambos estaban en el despacho del director, junto con este estaba su compañera la profesora Goodwych. Los gemelos no hacía más que unos minutos que habían terminado con sus clases y de forma casi inmediata fueron llamado para estar en la torre junto con su director.

Beatrice al igual que su hermano habían estado allí muchas veces pero aun así a ella en particular le seguía dejando sin habla el despacho. Tan grande y a la vez tan sencillo y pequeño, sobre sus cabezas giraban engranajes de diversos tamaños y que desde cualquier punto de la estancia se pudiese ver la extensión de Beacon era algo muy peculiar.
Esa torre y ese despacho estaban colocados en el lugar perfecto para ver llegar la oscuridad, puede que Beacon o el mismo Vale no tengan las fuerzas militares de Atlas pero al contrario que sus parientes del norte tenían un modo más sutil y menos desgarrador para la vista, como podría ser miles de soldados y naves, de defenderse.

- No creo que sea un problema para ustedes dos -. Le dio un sorbo a el café que sujetaba en su mano derecha. Con la otra mano sirvió otra taza, igual a la suya. - ¿Quieres? -. Preguntó levantando la taza en dirección a Beatrice.

Esta asintió y extendiendo sus brazos la cogió, mirándola por un segundo sonrió. Goodwych estaba extrañamente tranquila, se apoyaba en la mesa del director y de brazos cruzados observaba con pausada calma a los dos futuros cazadores.

- No podemos ocultar esto para siempre -. Le dijo Beatrice a su taza. - Lo que mi hermano intenta decir es... Nos ha costado mucho unirnos como equipo. Sobre todo a mí,  si ahora comenzamos a desaparecer KABI retrocederá pasos agigantados.

- También puede servir como un método para haceros más fuertes -. Volvió a hablar el director. - Esto es un obstáculo cómo muchos otros por lo que KABI y el resto de equipos deberá pasar en un momento u otro de sus vidas.

Beatrice miró el suelo, no le gustaba tener que desaparecer de modo común y regular desde el mismo momento en el que Iromwood llegase a Beacon. Era como traicionar a su equipo... En cierto modo. Pero si ella se sentía mal su hermano Azariel no iba por otro camino distinto, no le importó que lo colocaran en una misión y mucho menos le importó las horas extras que debería de hacer. Los problemas para él y al igual que su hermana se presentaba cuando debía de ocultar algo.

- No va a salir bien -. Susurró Azariel, solo su hermana lo pudo oír. Ella vio como los puños de él iban del color carne normal a el blanco.... - Y usted ¿Que opina de todo esto... Profesora Goodwych? 

La aludida por primera vez pareció que iba a hablar pero no fue más que un intento fallido ya que el director se adelantó cerrando su boca antes de que pudiese emitir sonido alguno.

- Si lo que les preocupa es crear el desorden en vuestro equipo será tan sencillo como recurrir a que yo o la profesora hagamos entender que necesitamos vuestra ayuda.

- No creo que sea tan sencillo -. Beatrice caminó los diez pasos que la separaban a ella y su hermano de los dos adultos frente a la mesa de cristal llena de engranajes donde Glynda se apoyaba y Ozpin utilizaba para apoyar su café. Habían una distancia de separación entre los dos adultos, lo bastante como para que Beatrice se acércase y dejase su taza. Ambos cazadores miraron a su alumna. - Imagino que la necesidad por proteger a el mundo se antepone siempre en la mentalidad de un cazador. Está bien... Después de todo son la imagen de caballeros que luchan por el bien pero, creo que tienen una idea romántica en sus mentes de como actuar.

Ozpin miró con fuerza a los ojos verdes de la jóven. Eran igual de intensos y genuinos cómo los de él.  Glynda sonrió a Beatrice y luego con menos ánimo y sin sonrisa observo a su compañero.