Benjamin
Me desperté a las 7:00 am como todas las mañanas. Entré en el baño, me duché rápido y me lavé los dientes. Me puse un pantalón corto por las rodillas vaquero, una camiseta de tirantes y unas zapatillas. Me sequé el pelo y cogí mi maleta. Bajé a la cocina. Mi madre me había preparado el desayuno, unas tostadas con mermelada.
- Hola hijo -sonrió.
- Hola mamá.
- ¿Quieres que te lleve al instituto? Hoy no trabajo.
- No mamá, me voy con _____ andando.
- A vale, ten cuidado, no quiero que te hagan más daño.
- Tranquila, _____ no es así.
Terminé de desayunar en silencio, recogí mi mochila, mis llaves y mi móvil. Salí de casa. Eran las 7:56 am. Me daba tiempo de llegar a su casa. Cuando llegué, me quedé un poco pensando, si llamar o no. Al final me atreví.
- Hola ¿quién eres? Espera... me suenas -me preguntó un chico de unos 20 años.
- Soy Benjamin, espero a tu... ¿hermana?
- A si, ya caigo, pasa pasa, ahora baja. Yo soy Liam -cerró la puerta.
- Encantado -sonreí.
- ¡¡_____!! ¡¡Benjamin ya está aquí!!
- ¡Ya voy!
- Siéntate, si quieres -me ofreció.
- No no, gracias.
- Como quieras. Una pregunta, -asentí- ¿a ti te gusta mi hermana no? -rió.
- Mmm... esto...
Al instante ______ bajó y me salvó del apuro. Llevaba una camiseta, unas zapatillas, más o menos como las mías; y unos shorts vaqueros. No eran iguales pero estaba un poco flipando porque a sido mucha casualidad.
- ¿Habéis quedado para ir iguales? -preguntó Liam.
- Pues la verdad es que no -sonrió y me abrazó-. ¿Ya os conocéis?
- Sí -dije.
- Pues sí. Benjamin, me tienes que contestar a la pregunta de antes.
- Ya sabes cual es la respuesta.
- No la dejes escapar.
- No no -reí.
- Bueno nos vamos, Liam, después me vengo otra vez con Benjamin.
- Vale, tened cuidado.
- Sí pesado...
- Lo sé -sonrió-. Un beso hermanita -se acercó a él y le besó en la mejilla.
- Adiós -me desepedí
- Hasta luego.
________ cerró la puerta de entrada. Caminamos unas calles en completo silencio. La miraba disimuladamente porque no tenía valor de mirarla a los ojos o decirle alguna palabra. No por miedo, si no porque la situación era un poco incómoda. De repente sentí que me besaba en la mejilla rápidamente.
- ¿Qué haces? -sonreí.
- Pues besarte aquí porque mi hermano después se pone muy pesado.
- Jajajajaja, entonces ¿somos amigos solo? ¿no?
- De momento si.
- A vale...
- Te lo dije ayer.
- Ya ya... Es que no me había quedado claro -me toqué la nuca.
Llegamos al instituto y nos dirigimos hacia el aula de artística. Nos sentamos los dos juntos. Dejámos las mochilas en nuestros respectivos sitios y salimos a fuera para pasar los minutos que quedaban antes de empezar la clase.
- ¿Algo interesante que quieras contarme? -le pregunté.
- Si, ayer me llamó mi mejor amigo, Dani y mi ex...
- ¿Para qué? Digo a tu ex.
- Pues para que le perdonase porque se ha dado cuenta de que me ha hecho daño... y quería que volviese con él pero le dije que no...
- Inútil...
- Sí -sonrió.
Me encantaba esa sonrisa que me imnotizaba. Esa curva perfecta. Cada vez que la veía, esas mariposas se manifestaban en mi estómago. No pude aguantar más las ganas de volver a besar esos labios. Le empujé despacio hacia una pared, me pegué a ella. Sentía su respiración tranquila en mi cara. Estabamos a milímetros de besarnos.
- ¿Qué pretendes? -rió.
- Mmm, no te voy a mentir, besarte -me toqué el cuello.
- Te he dicho que no somos novios, solo amigos.
- Esto... yo... -rió ante mi nerviosismo.
- Échate hacia un lado, por favor -me empujó despacio hacia atras para que pudiera salir-. Gracias -sonrió.
- ¿De... nada?
- Mocoso -rió.
- No me llames mocoso -me hice el enfadado y me sacó la lengua.
- Te aguantas.
Entramos en la clase. La hora se me pasó rápido al igual que las dos siguientes.
Tocó la campana del recreo. Nos sentamos en los bancos de ayer.
- ¿De qué es tu bocadillo?
- De queso.
- ¿Me cambias el bocadillo por la manzana?
- Vale -nos intercambiamos los desayunos.
- Gracias, odio el queso
Desayunamos sin hablar. Mientras comía el desayuno, descansé y pensé lo que no ocurría entre _____ y yo. No sabía si algún día seríamos algo y eso me asustaba. Es un poco pronto para decirlo, pero cuando me enamoro, me enamoro de verdad, de corazón.
Me terminé el bocata y _____ la manzana. Nos miramos como acto reflejo y reímos.
- ¿Por qué nos reímos?
- Pues no se la verdad -le quité un mechón de pelo de su flequillo y se lo puse detrás de la oreja-. Se lo que vas a hacer y te digo que no.
- ¿Qué iba a hacer?
- ¿Besarme?
- Pero ¿por qué te iba a besar? Solo te iba a quitar el pelo de la cara.
- Claro claro -rió.
- La verdad... te iba a besar... pero no me dejas y tengo ganas porque me gustas un montón -la última frase la dije muy rápido.
- Te jodes -rió.
- Eres mala, muy mala -me cruzé de brazos.
- No te enfades.
- Tengo razones -miré a otro lado.
- La verdad es que sí, -sonrió- soy muy mala.
- Ya lo sé, me estoy dando cuenta -la miré.
- No te enfades conmigo por favor -me besó la mejilla.
- ¿Tú si me puedes besar y yo no? Vale vale... -reímos.
- Sí me puedes besar.
- ¿Enserio? Hace segundos me lo denegaba.
- Claro.
- ¿Puedo...?
- Eeh... ¿si...? -alargó el "si"
- Luego, no me pegues ni nada -reímos.
Me acerqué a ella. Puse mi mano derecha entre su cabello. Estabamos muy cerca el uno del otro. Ella solo sonreía, me acerqué y pegué mis labios con los suyos. Sonreí entre nuestros labios. _____ abrió su boca y su lengua tocó la mía. No me lo esperaba. Su mano tocó mi mejilla. Se sentó en mi regazo y sus pies estaban en el banco. Nos estábamos quedando sin aire pero ninguno nos separábamos. Estaba en el paraíso durante a penas segundos que duró aquel beso. Ningunas de mis ex novias me hizo sentir eso.
- Ha sido el último beso como "amigos" -me despertó ________ de mis pensamientos-. ¿Benji?
- ¿Qué pasa? -dije un poco aturdido
- Estabas en tu mundo -rió.
- Es que... me encanta como besas -sonreí.
- ¿Sabes? Lo he pensado. Vamos a esperar una semana, si todo va bien salimos, si no, pues nada... amigos
- Vale -sonreí de nuevo.
- Pero seguimos siendo amigos.
- Claro.
No dejaba de sonreír. Estaba muy enamorado de ella... Quiero que sea ya mía. La amo mucho, mucho más de lo que cree.
