-Narras tú.-
Llegamos a casa de Ben sobre las 7 de la tarde tras su entrenamiento y el 'mini' partido que disputamos entre los dos, que por supuesto, gané yo.
- Te he ganado, te he ganado, te he ganado -hize un baile un poco extraño, jajajaja.- He ganado a mi novio, ouh yeah, jajajajaja.
- ______ ha ganado a mi hermano -rió y dijo Marius.- Que torpe eres Benjamin.
- Vale, vale... yo también os quiero ¿eh? -dijo Benjamin mirándonos.
- Jajajajajaja, ya paro -sonrió.
- Gracias 'gordi' -dijo entre comillando los dedos y reímos.
Dejamos a Marius en el salón jugando con su dinosaurio de Toy Story y sus Transformers, y subimos a la habitación de Benjamin.
- Déjame algún chándal o algo que no me quede tan grande -dije señalando los vaqueros que me puse.
- Voy a buscar -abrió el armario.- ¿Te gusta esta camiseta? -me enseñó una camiseta azul con el signo de superman, pero en vez de este, tenía un 21.
- Sí sí sí, me encanta -dije con la boca abierta y reímos.
- A ver, un pantalón... -buscó.- Son unas calzonas que me quedan pequeñas de mi equipación del año pasado.
- Vale -sonreí.- Gracias -cogí la ropa y le besé.- Voy al baño.
- Cámbiate aqui.
- No no, que te estás volviendo muy pervertido -reímos.
- Jajajajaja, es verdad, un poquito...
- Ahora vengo cielo.
Salí de la habitación de Benjamin y entré en el baño que estaba justamente enfrente. Me cambié y me deshize la trenza despeinada que llevaba. Cogí un cepillo que había encima del lavabo y me puse una cola alta. Fui de nuevo con Benjamin. Abrí la puerta y estaba con su guitarra sentado en la cama, mientras cantaba 'Diamonds' de Rihanna. Sonreí al verlo tan concentrado en entonar su voz. Anduve sin hacer ruido y le besé en la mejilla antes de sentarme detrás de él.
- Cantas de maravilla -susurré en su oído.
- Gracias -sonreímos.
- Me tienes que enseñar a tocar la guitarra.
- Algún día -sonrió y me besó.
- Déjame algún zapato que tengo los pies helados... -reímos.
- Jajajajaja, vale -se levantó y buscó entre su zapatero.- Mmm... -pensó mientras rebuscaba.- ¿Quieres estás Convers? Me quedan ya pequeñas. Me las regalaron hace un tiempo.
- Okey -sonreí.- Una vez más, gracias.
- De nada -me besó.
Posó sus manos en mi cadera y me pegó a él. Sonreímos y directamente mis manos estaban en sus mejillas acercándonos aún más. Su respiración chocaba con la mía, cuando se justamente íbamos a besarnos, Marius abrió la puerta. Los dos dirigimos la vista hacia el pequeño que venía a nuestro lado. Me fijé que tenía los ojos rojos, como de haber llorado. Me separé de Benjamin y Marius me abrazó por la piernas.
- ¿Qué te pasa? -me agaché para estar a su altura. Me enseñó su mano donde aparecía un poco de sangre.
- ¿Cómo te has hecho esa herida? -preguntó Benjamin.
- Estaba jugando -lloriqueó- con mis legos, y-y... me he pegado un pellizco...
- ¿Tanto daño puede hacer unas piezas de lego? -pregunté.
