- Gracias Ben -sonreí.
- No las des -me besó levemente-. Ve al baño y échate agua en la cara.
- Ya voy papá -sonreímos.
Abrí el grifo del lavabo. Mojé mis manos y me las llevé al rostro. Respiré hondo y relajé mi cuerpo. Salí del baño y sonreí a Benjamin.
- ¿Mejor?
- Sí, gracias.
- Ya estoy lista -bajó mi madre por las escaleras-. Vámonos.
(...)
Abrí la puerta de la tienda de mascotas. El dependiente nos saludó y mamá fue hacia el mostrador para preguntarle por los objetos y ascesorios para Áfrika.
- Segundo pasillo, tercera sección -sonrió.
- Gracias -avanzamos hasta el lugar indicado.
Cogimos una cesta para guardar la compra que haríamos. Miramos la estantería y me enamoré completamente de cuatros pañuelitos estilo motero, de color: agua, rojo, azul y negro.
- ¡Mamá mamá mamá! que monada Dios, quiero los cuatro -reímos.
- Pero _______, dentro de poco le van a quedar pequeños.
- No, son ajustables, mira -los cojí y se los enseñé.
- Bueno, si le van a durar de verdad, llevatelos -sonreí.
- ¿Te gustan Ben?
- Sí, son muy bonitos.
Dejé las bandanas en la cesta y seguimos mirando. Al final nos llevamos una camita, una mantita rosa, algunos juguetes como mordedores y peluches, un bebedero y varias latas de leche en polvo. Pagamos todos y nos dirigimos al hospital.
Estacionamos y entramos. Subimos a la tercera planta, observación, y andamos hacia la habitación 316. Toqué y abrí lentamente la puerta.
- ¿Hola?
- Floriponcia...
- Leeyum... -reímos.
Me acerqué junto a mamá y Benjamin a la camilla. Allí se encontraba sentado en ésta tomando un vaso de manzanilla. Le abrazé y le di dos besos.
- Te veo fenomenal, cariño -le dijo mi madre.
- He vuelto a nacer -sonreímos-. Benjamin -se dieron un apretón de manos.
- Liam -una sonrisa apareció en su cara.
- Buena noticia -soltó de repente-. Me dan el alta este lunes -pegué un gritito.
- Oh Dios mío, eso es dentro de tres días, por fin -le abrazamos en grupo.
- Mañana me quitan el suero, me harán varias pruebas para asegurarse, me darán medicamentos y listo.
- Qué alegría por favor... -dijo mi madre-. ¿Y papá?
- Ha ido a la cafetería para merendar algo.
- ¡Se me olvidaba! -abrí la bolsa y dejé todo lo que compramos para Áfrika sobre la cama-. ¿Qué te parece?
- Me encanta todo. Quiero ver a Áfrika ya -hizo un puchero.
- Es súper mona -dijo Ben-. Allí la dejamos durmiendo. Mira -sacó su móvil-, le hize varias fotos mientras _____ le daba de comer.
(...)
Después de estar media hora allí junto Liam, tuvimos que acercar a Benjamin a su casa por una urgencia. Todos los viernes se quedaba a dormir en mi casa, pero hoy creo que no.