1

37K 959 89
                                    

Salía de la universidad directo a mi carro para ir por unos papeles que me piden para el certificado ya faltaba poco para terminar la universidad, como un mes, así que tenía que estar todo hecho. Si no fuera por el amor que le tengo a los animales y sobre todo el respeto creo que me estaría graduando de gastronomía aunque siendo sincera no creo que alguien quisiera comer lo que preparo, la ultima vez que hice de comer para mi hermano no le fue nada bien. Termino de hacer mis cosas y voy directo a casa donde mi hermano mayor esta con su esposa esperando en la sala.

Hola -me acerque a saludarlos.

Hola hermana -se levantó y vino hacia mi.

Hola Sam -dijo Bety levantándose del sillón.

Carlos me llevaba 3 años de ventaja y Bety es de mi edad somos amigas, nos conocimos en la preparatoria donde bety se caso con mi hermano, ella al igual que yo ama a los animales pero creo que el amor por el que siente con mi hermano es mucho mayor, pero no me quejo, mi hermano y ella son felices. Si no fuera por mi estos dos nunca se hubiesen conocido y menos casado.

Sam, ¿Sabes si papá y mamá tardaran? -dijo Carlos.

No sé -le conteste mientras me dirigía a la cocina.

Bueno, les puedes decir que necesitamos hablar, porfavor -dijo.

Claro, pero ¿Qué es eso de lo que tienen que hablar?, claro, si se puede saber -fui al refrigerador y saque unas pechugas de pollo para prepáralas.

Eh, Es algo sobre nuestra casa -dijo con dudoso y nervioso de contestar.

Esta bien si no me quieres decir -me gire y sonreí para tranquilizarlo. No quería que se incomodara por algo que no me compete.

Bueno, nos vamos -suspiro tan profundo que podría escucharse hasta la entrada de la casa. Tomo sus cosas y fue con Bety para después dirigirse a la salida de la casa.

No, ¡esperen! -casi gritando los detuve antes de que salieran de la casa. La verdad era que no quería estar sola.

¿Qué ocurre? -los dos voltearon a verme.

Bueno, esque ...no quiero quedarme sola -mire directo al suelo apenada.

Esta bien. Con una condición -dijo entrecerrando los ojos y una pequeña sonrisa.

¿Qué? -entusiasmada di pequeños salto sobre mi lugar. Parecía una niña.

Que tu hagas de comer -Carlos no perdió la oportunidad de holgazanear una vez más.

¡Hecho! -de vuelta a la cocina tomé todo lo que necesitaría para cocinar y comencé a preparar todo.

Yo te ayudo -Bety me alcanzo y fue directo al fregador para limpiar sus manos.

Que delicioso voy a comer -era más que obvio que hoy le tocaría una comida deliciosa.

¿Por qué ?-Bety frunció el ceño en señal de confusión sobre lo que Carlos comento .

Las dos mujeres que quiero mucho van a hacer de comer -no era de extrañar que Carlos diera eso, siempre a sido muy cariñoso.

Las dos nos pusimos a cocinar entre platica, risas y una que otra broma a Carlos, unas pechugas de pollo rellenas de queso con tocino y empanizadas para luego freirlas, acompañadas de un spagetti y ensalada era lo que nos esperaba para comer.

Carlos ayudo a servir la comida y comenzamos a comer.

Me sentía comoda y contenta por poder compartir mesa y comida con alguien, la ausencia de mis padres por culpa de su trabajo hicieron que muchas veces estuviese sola, a veces Carlos comía conmigo pero eran contadas, solo que a veces por la universidad, no me quejo porque hacia lo imposible por estar conmigo y que no sintiera esa soledad y tristeza que fue mi compañera desde muy pequeña. Y no se diga de Bety, las veces que me invitó a su casa y me hizo sentir el calor familiar que tanto me hizo falta. No me es de extrañar porque estos dos terminaron juntos, si son iguales. Gracias a ellos sigo aquí.

FORZADA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora