2

25.7K 834 94
                                    

Bety me tranquilizó y nos pusimos a hablar del tiempo que pasábamos juntas en la preparatoria y de lo felices que éramos en ese entonces, porsupuesto que ella era feliz con mi hermano pero yo no era feliz, no podía contarle el porque de mi repentino compromiso porque se que impediría a toda costa el que me fuera como forma de un acuerdo por la casa, solo quería que estuvieran bien, me preguntó sobre el porque de mi actitud peor tuve que mentirle diciéndole que estaba muy nerviosa por irme con mi prometido. Derepente se me vino la idea de escaparme antes de que me vengan a buscar, sin más me voy directo a mi clóset, tomo alguna que otra prenda para escaparme por la ventana, cuando ya estoy decidida de salir por la ventana mi hermano me toma por la cintura y caemos dentro de la habitación.

¡Sueltame Carlos!-trate de sacarme de su agarre, sentía como las lágrimas caían a cada costado de mi cara.

Hermana porfavor tranquilizate -me abrazo aún mas fuerte, pude notar que estaba preocupado.

Me tranquilice, pero las lágrimas no dejaban de salir, Carlos aflojó su agarre y me levanté.

Hermano si en verdad me quieres porfavor ayudame, no dejes que papá me deje en manos de ese hombre -le rogaba para que me ayudara y así poder evitar irme.

Por que no te quieres ir con eyl ¿que no lo amas? -estaba confundido, lo pude notar en su mirada.

Estuve a punto de contarle todo, pero mi papá entro a la habitación.

Ya llego -seguía con esa expresión de frialdad que por más que buscará el porque de ella no lograba encontrar, él no era así y me dolía.

¡Porfavor ayudame! -llorando aún más fuerte y despertada le pedía que me ayudará.

Samantha apresurate -exclamó molesto ante la petición que le daba a mi hermano.

No tuve otra opción que alistarme para irme con ese hombre, no quería que mi hermano y Bety estuvieran en la cárcel, los amaba demasiado que haría lo que fuera, no tenia idea de como fuera ese hombre, me aterraba la idea de no conocer aquel hombre.

Sam -la voz de Bety me trae devuelta de mis pensamientos y la veo.

Corro hacia ella y la abrazo, eso es lo que necesito de ella en este momento.

Te quiero -me abrazo con mucha fuerza.

Yo igual -me dolió decírselo no porque no la quisiese sino porque puede ser que no la vuelva a ver después de mucho tiempo.

Nos separamos y me miró a los ojos.

Porque nunca me dijiste que tenias un prometido -no me di cuenta en qué momento pero Bety estaba llorando y fue ahí cuando supe que la estaba lastimando al no contarle lo que estaba pasando y no solo era por eso sino porque ya se daba una idea de lo que ocurría.

Hija ya es hora, ya llegó -la miré y se me rompió el corazón una vez más, no había dolor más fuerte que ver llorar a tu madre, no me es fácil pero tengo que ser fuerte para que ya no verla en ese estado.

Bajamos y aquel hombre misterioso estaba sentado en la sala, en cuanto se percato de mi presencia se levanto y fue directo a mi.

Hola, mi nombre es Mario, es un placer -mostró sus blancos dientes que hacían que su sonrisa resaltara junto a sus ojos azules.

Samantha -desanimada contesté.

Bueno, nos vamos -se acerco a mí y por reflejo retrocedí, ante aquel acto soltó una pequeña risa burlona y levanto las maletas que tenía a un lado mío. Por un momento pensé que tomaría de la mano o haría algo más pero no fue así.

FORZADA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora