Solo pedía aunque fuese el mínimo gesto de cariño.
Solo eso.
Que tonta fuí.
Fue como pedírselo al mismo demonio.
Si me dieran a escoger... preferiría estar muerta antes de vivir todo esto.
Si tan solo pudiese recordarlo nada de esto estaría pasando...
Desperté y comence a recordar lo que paso anoche y no logro comprender la conducta de Mario hacia mi, en realidad me daba miedo sus cambios de actitud.
Me levanto de la cama con esfuerzas ya que aún no me siento lo suficiente bien para moverme rapido, me dirijo al baño y me alisto para bajar a deayunar, bajo la escaleras y escucho hablar a Mario en el celular; no me imagine que Mario estuviera aqui, me asomo donde esta hablando y efectivamente Mario no fue a trabajar.
Voy a la cocina y veo a la señora preparando el desayuno.
Buenos dias señorita en seguida le sirvo el desayuno -dijo sonriendome.
Gracias -dije devolviendole la sonrisa.
Me siento en la mesa y espero.
Reviso mi mano y veo que ya no esta hinchada lo cual me alegra.
Pense que estabas dormida -dijo una voz masculina.
Veo en dureccion de donde viene la voz y es Mario que esta con la pijama.
Lo ignoro y regreso la vista a mi mano.
Yo tambien me alegrode verte esposa -dijo sarcasticamente.
Porque me tienes que recordar que estoy casada contigo -dije molesta.
No dijo nada, solo me sonrió, la señora nos interrumpe y deja el desayuno en la mesa.
Gracias -dije sonriendole.
Para servirle -dijo la señora para despues irse a la cocina.
Porque a ella si le sonries y a mi no? -dijo Mario en tono serio.
Porque ella si es amable -dije en tono seco.
Todo el desayuno la pasamos callados ya que Mario solo comia y ya, tambien porque la verdad bo queria hablar con el.
Provecho -dije levantandome de la mesa.
Espera -dijo Mario.
Me detengo y me cruzo de brazos.
Que? -dije.
Tenemos que hablar -dijo levantandose de la silla.
De qué? -dije.
Sobre lo de ayer -dijo acercandose aun poco.
De ayer? -dije confundida.
No hagas como si no supiera de que te ha lo -dijo.
De pronto se me viene a la mente la razon por la que Mario se molesto ayer y no dudo en ponerme nerviosa.
No se de que me hablas -dije nerviosa.
Sam no naci ayer, se que tu fuiste la que esculco el cajon del despacho -dijo acercandose cada vez mas.
Conforme daba un paso yo retrocedia uno, los nervios me invadian y el temor de que se vuelva a poner como lo hizo ayer.
Porqué entraste a mi despacho? -dijo acercandose aun mas.
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