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el cajón por fin abre y eso me alegra demasiado, ya que ahora si podre  saber si la casa le pertenece a mi familia o a Mario.

abro el cajón y no hay nada.

queee? ---dije en voz alta.

me levanto frustrada de saber que no hay nada, lo que me extraña es el saber que Mario cerro el cajón por alguna razón, lo que aun mas me intriga es saber que tal vez Mario me vio en su despacho y saco las cosas que tenia en el cajón.

me quedo pensando un momento cuando escucho que rompen un cristal, salgo del depacho lo mas rápido que puedo y veo que  el florero de la mesa esta roto en el suelo, le hablo a la señora que nos ayuda limpiar pero no aparece, decido ir a la cocina y no hay nadie, vuelvo a llamarla pero no contesta.

Me doy por vencida y decido recoger los cristales que hay en el suelo, recogo los cristales y escucho un ruido detras de mi, me giro estando agachada en el suelo y veo a la señora que trae una bolsa del mandado.

Me asusto y caigo de espaldas al suelo.

Señorita esta bien —dijo acercandose a mi.

Si, solo que escuche que el florero se rompió —dije recargando las manos al suelo para levantarme.

En cuanto recargue las manos en el suelo no recorde que aún habia trozos de cristal.

Esboce una mueca de dolor.

Que pasa? —dijo la señora.

Veo mi mano y tengo una cortada un poco larga.

Dejeme ayudarla —dijo la señora ayudandome a levantarme.

Acepte su ayuda yme sente en la silla de la mesa.

Le esta sangrando mucho —dijo asustada.

No es nada —dije sonriendole.

Es mi culpa por no estar aqui para limpiar y ver que todo este en orden —dijo casi llorando.

No se preocupe no es su culpa —dije.

Claro que es mi culpa—dijo llorando.

No llore por favor —dije limpiandole las lagrimas con la otra mano sana.

Hay señorita —dijo ma señora.

Me podria ayudar a curarme la herida por favor —dije.

Por supuesto en seguida regreso—dijo.

Despues de unos segundos la señora regresa con un botiquín.

Me presta su manos señorita —dijo.

Extiendo mi mano y la toma, primero lava la herida y pone alcohol en ella lo cual me ocasiona un grande dolor que no soporto gritar.

Lo siento señorita —dijo.

No se preocupe —dije forzando una sonrisa.

Por ultimo me benda la mano y termina de curarme la mano.

Listo —dijo.

Muchas gracias —dije sonriendo.

Lo siento señorita —dijo agachando la mirada.

La tomo de la barbilla y also su mirada.

Ya le dije que no es su culpa —dije sonriendole.

Mejor la ayudo a llevar esto a su lugar —dije.

Despues de que ocurriera lo de mi herida comimos juntas lo cual nunca hice con ella ya que Mario no quería que yo conviviera con el personal.

Subi a la habitaciondonde deje al pajarito para darle de comer, ya que se me estaba olvidando de darle de comer, llego y le doy de comer, veo que el pajarito ya esta bien.

FORZADA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora