...quería cambiar, quería que con ella fuera diferente, sentía que ella no era alguien más en mi vida...
Ni yo mismo sabia lo que en esos momentos me sucedía... En el colegio, ese presentimiento que me atraía hacia ella para charlar en los ratos libres. En su fiesta de cumpleaños, esos celos que surgieron de repente cuando la observe bailando con un amigo suyo. Sentía algo por ella, pero no tenia alguna idea de que fuera. ¿Amor? No, no... Lo intente sentir con mis anteriores noviazgos, pero no lo conseguía. Con ella era diferente, no había experimentado este gran sentimiento que reclamaba mi alma... Pero, luego de esa gran fiesta, al fin lo entendí.
Al acostarme inmediatamente después de que llegara cansado de aquella fiesta, me costó conciliar él sueño. No podía aclarar mi mente para descansar. Miraba él techo perdidamente en la inmensa oscuridad que me arropaba, no había nada para ver, solamente estaban esos pequeños recuerdos que me sacaban una gran sonrisa... en mi mente tan solo estaba... Jude.
Aquella chica soñadora, que con su exquisita mirada me atrapó. Aquella que con sus letras me deleitó, que con su pasión extraordinaria por la musica me inspiró, que con su risa única, de esas que se te contagian con solo escucharla, y sus ocurrencias que relataba me animaba. Tampoco podía olvidar esa sonrisa pícara que tenía, me volvió loco... Y muchas otras cosas que empezaba a comprender aquella madrugada... Recuerdo que antes de que mis cansados párpados se cerraran me dije algunas palabras a mi conciencia, acompañadas por un largo suspiro: Javier, te has enamorado.
Enamorado... Era una palabra enredada para mí.
Pues, he tenido pocas experiencias con eso de los noviazgos. No era él chico que se la pasaba ligando con cualquier chica linda que veía, no me sentía desesperado en encontrar una chica quisiera compartir momentos conmigo. Tampoco es que me ayudara mi físico y mi actitud. Además, era demasiado tímido para intentar algo con una mujer, recuerdo de mis pocos noviazgos, que podríamos llamarlos mas bien como juegos de niños, no sentía ese amor verdadero del que muchos hablan, solo aceptaba porque eran ellas las que me hacían la propuesta y no les quería quedar mal. Solo surgían los típicos abrazos, palabras con toques dulces y él juntar de nuestras manos, solo eso... No era capaz de intentar, por lo menos, un beso en sus labios. No había besado nunca, sentía que era un acto muy importante y quería intentarlo con una persona que de verdad amara profundamente, y que ese sentimiento de amor se transmitiera a nuestros labios.
Pero, siempre me he dedicado a cada chica que pasa por mi vida, y ahora las veo y las saludos y les pregunto como están en su vida, veo que están más alegres y más conformes consigo mismas. Sobre todo una chica que cuando la conocí, tenía pensamientos un tanto suicidas, yo siempre la aconsejaba... Iba a su casa, la llamaba, les daba sus detallitos de vez en cuando. Al final se término la relación por la distancia entre nosotros. Y uno de estos días la vi, alegre, vestida de colores llamativos y con una energía estupenda, ahora quiere ser Doctora, ya hizo varios cursos de medicina, se unió al grupo pastoral en que yo me encontraba, le pregunte a sus amigas si había cambiado y me dijeron que si y mucho. Allí descubrí que ahora esta mejor sin mi, pero necesitaba a alguien que le diera como que una cachetada y le dijera "oye, la vida es una sola, vívela al máximo"
Entonces puedo decir que aprendí un poco de esas experiencias, solo deseaba una chica que me enseñara él verdadero amor, él como amar era lo primordial para mí. Siempre me decia que son cosas que no se pueden enseñar, solo nosotros mismos debemos descubrirlo, pero, mi miedo era decepcionar a la chica ideal para mí, la chica que despertara él amor en él fondo de mi alma.
A pesar de eso, estaba madurando, y comprendí que si no lo intentas, si no tienes las agallas para enfrentarte a la realidad pues no podrás conseguir tus objetivos, tus metas, tus esperanzas.
Por eso quería cambiar, Jude era la excepción. Quería que con ella fuera diferente, sentía que ella no era alguien más en mi vida, que pasaría de largo en mi camino. Era la persona que quería que formara parte de mis momentos especiales, de mis recuerdos, de mis sueños y lo más importante, quería que nos amáramos él uno al otro. Eso era lo que mas anhelaba cuando supe lo enamorado que estaba de ella.
Ya me quedaban pocos días de estudios, se acercaban mis exámenes finales y él proyecto de grado, nunca dejaba de pensar en eso, pero creo que le di mas importancia a la simple realidad de que ya no vería tan a menudo, o quizás nunca más a Jude, a la chica que me había atrapado en un mar de sentimientos hacia ella.
Tenía... Tenía, que confesárselo.... Pero... Mis pendejos miedos no me lo permitían, mi timidez se hacia notar mucho más ahora, sin embargo, él deseo superaba todo temor.
Me prometí algo aquel lejano día:
-Esta vez no dejaré que mis miedos me amenacen, no la dejaré ir... Le diré lo que siento por ella, le replicarse miles de veces de que su personalidad especial y única me fascinan, me perderé en sus hermosos ojos y... Voy... Voy... ¡Voy a besarla!....Creo que era más fácil decirlo que hacerlo.
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Recuerdos del Corazón
Romantizm¿Puede una persona simplemente cambiarte la vida? ¿Marcar un antes y un después en tus recuerdos? Pues para mí, si existe. Gracias a ella sentí muchas cosas que no me atrevía a explorar, mis miedos y mis debilidades temblaron con todos estos cambios...