Camille, Camille. © #MerakiAwards.

2.

-¡Ya llegué mamá! -anuncié al entrar a casa.

-¡Estoy en la sala! -clamó para que la escuchara.

Colgué mis llaves en el llavero y caminé hasta la sala para saludarla.

-Hola mamá -saludé alegre.

-Hola hija -se levantó del sillón y me recibe con un abrazo-. ¿Qué es lo que te trae tan feliz?

Mi suspiro fue súbito y lleno de ilusión.

-Es Max... -respondí tontainamente.

-¿Max? Pero yo creí que lo único agradable que ha hecho por ti fue saludarte en el primer día -arrugó su ceño, ciertamente sorprendida.

-Sí, pero eso fue hasta hoy. Él es increíble mamá -volví a suspirar.

-Cuánto me alegro. Subamos a tu cuarto y hablemos mejor -sugirió con entusiasmo.

-De acuerdo.

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-...entonces me dijo que le gusta tocar la guitarra y la armónica. Morí lentamente con lo de la armónica, porque tú y yo sabemos cuánto amo esa melodía -conté con entusiasmo, casi ni se entendía lo que decía por lo rápido que hablaba.

-¡Uy, lo sé! Qué bien, Cam. Se nota que es un chico de buena energía -opinó con alegría-. Cuéntame más -se acomodó sobre mi cama y se acercó más a mí.

Mamá y yo conversamos durante un largo rato. Amo ser transparente con ella, desde siempre nuestra confianza ha sido inquebrantable, con esta mujer tengo todo lo que necesito y más. Al caer la noche, bajamos hasta la cocina y decidimos preparar macarrones con queso para la cena. En efecto, ha sido un momento bastante divertido acompañado de sonoras risas. Mamá sirvió la cena y yo me ocupé de acomodar la mesa. Al fin de todo, suena el timbre. Ella y yo nos miramos al instante con cierta extrañeza, la verdad es que casi nunca tenemos visitas, mucho menos de noche. Me decidí a abrir la puerta y me encontré con Jeremiah con un semblante diferente al que yo acostumbro ver.

-Jeremiah. ¿Qué sucedió contigo? pasa -me pongo a un lado de la puerta para que pudiera entrar.

-No quiero molestar, Camille. Pero en casa se ha puesto la cosa fuerte y no quería estar allí -dice en tono frustrado.

-¿Tu madre y Jason de nuevo? -cerré la puerta y caminamos hasta la sala.

Como yo lo supuse, fue así. Jeremiah ha conocido el infierno en su propio hogar, su padre se suicidó cuando él tenía tan solo nueve años. Ha sido una noticia muy difícil para la familia Ludd. Después de unos años, la madre de Jeremiah conoce a otro hombre llamado Jason y contrajeron matrimonio tiempo después, todo iba normal. Hasta que Jason dejó de ser el "príncipe azul " y ahora el cuento de hadas se ha convertido en una canción de suspenso.

Estuve consolando a Jeremiah hasta que logró tranquilizarse y nos sentamos a cenar, conversamos un rato de temas al azar. Jeremiah logró reír con naturalidad y yo me sentí contenta por aquello. Después de comer, Jeremiah nos agradeció y comenzamos a limpiar todo para irnos a dormir. Ya al rato con las luces apagadas, mamá sube a su habitación y mi mejor amigo y yo nos quedamos un rato más estando abajo. Sin olvidarnos de desearle las buenas noches a mamá.

-Gracias por lidiar tanto con mis problemas -dijo.

-No tienes que agradecerme nada, para eso soy tu mejor amiga -lo abracé-. Te amo, idiota.

-Y yo a ti, hermosura.

-Qué tierno eres -besé su mejilla-. Hasta mañana.

-Hasta mañana.