Mi mejor error [Starco AU]

4. ¿Él?

-¿Entonces....? ¿Tú conoces Marco?

-¿Marco? Sí, lo conozco -afirmó dudosa.

-¿Qué tal te fue con él? -preguntó curiosa.

-Bien -dijo con una sonrisa forzada.

-¿Mal? -ella dio una pequeña risa y la miro.

-No lo diría así -Star se mostraba algo insegura, no sabía si decirle la verdad.

-¡Vamos! Él cambió demasiado, de seguro te trató mal, grosero y cortante -dio al blanco, se impresionó al escuchar eso de Janna.

-¿Cómo sabes eso? -dijo ciertamente asustada.

-No por algo me dicen la azabache vidente -dice algo orgullosa- escucha, si te sucede algo con Marco yo me encargaré las cosas en su lugar.

-Chica, tu me das miedo -confesó nerviosa- gracias Janna.

-¿Necesitas una amiga, no? -extendió su brazo con el puño cerrado como un gesto de amistad.

Janna sonrió ampliamente, Star le parecía de fiar, pero no estaba muy convencida. Después del todo, la rubia seguía siendo la misma chica insegura de siempre.

Finalmente ambas chocaron el puño y se despidieron ya que tenían diferentes clases, que, desafortunadamente no les permitiría estar juntas.

Terminó el día, todos salieron corriendo se notaba la desesperación de las clases. Todos excepto Marco Diaz y Star Butterfly.

Star tomó sus cosas y se dirigió a la puerta para irse a la biblioteca, en cambio Diaz empujó del hombro para poder salir rápidamente del aula haciendo la rubia reaccionar.

-Creo que tenía prisa -dijo justificando al castaño.

Ella sentía que aquél chico la odiaba por alguna rara razón, no le dirigió la palabra durante el día, si la miraba o decía algo sentía un ambiente tenso y frío.

Se fue a la biblioteca y pidió un libro, por lo que llevo a casa. Saliendo de la gran escuela tratando de meter el libro entre la mochila, vio a cierto castaño que estaba junto a sus amigos, tenían un aspecto rudo, ella camino rápido para que no la vieran, una mano la tomó del brazo.

-¿Qué haces tan tarde lindura? -preguntó en un tono coqueto un rubio.

-No te interesa -respondió cortante y retadora.

-¿En serio? -amenazó- chicos, ya saben que hacer con ella.

-Esto será divertido -dijo un azabache.

-Aww, que lindo cabello -sarcástico, así era el castaño- sería una lástima dejarte ir.

-A ver, ¿Qué tenemos aquí? -el rubio tomó la mochila de la oji-azul de un arrebato.

-No tengo nada si es lo que quieren -se defendió inútilmente de los bravucones.

-Opsie, se cayeron los libros -dice burlón el mismo rubio dejando sus libros en el suelo.

-Es suficiente, no merece la pena -habló el moreno- vámonos.

-Cobardes... -susurro la rubia.

Quejándose entre dientes recogió sus libros que se encontraban en el suelo y seguido a ésto caminó hacia casa, se encontró con un montón de lindos lugares, entre ellos frescos restaurantes.