-SIPNOSIS
Recibir placer a cambio de entregar un poco de energía en un comienzo no le sonó tan mal al próximo heredero al trono, y fue justamente por aquella tentadora idea, que una noche se empujó a iniciarse en las artes oscuras antiguas.
Sin sabe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los humanos, en algún punto, son dueños de su destino, y la mayoría de ellos tiende a estar de acuerdo con esta afirmación, pero solo hasta ese momento en el que encontraron una coincidencia tan increíble que el destino deja de parecerles una ficción. Entonces, ¿quiénes son: los guionistas de sus propias vidas o solo meros espectadores?
El destino muchas veces suele ser cruel. No da ni voz ni voto.
Aquel ser, observaba el paisaje que rodeaba a la mansión Sakamaki.
El cielo poseía un aspecto fantasmal y triste, gris era el color de la monotonía avisando que lloverá en el momento menos esperado. Observo tranquilamente como el vehículo que se había estacionado hace unos instantes en frente de la residencia, desaparecía con los segundos, mientras la nueva inquilina caminaba hacia la entrada.
Te estábamos esperando Yui Komori.
Seguía con la mirada a la joven que caminaba por el jardín, en el momento menos esperado, el cielo se quebró en llantos. No lloviznó, solo cayeron enormes gotas gruesas.
Él rie despacio. Al menos el cielo pronto se liberaría de la presión.
De su lugar no me movió, incluso se sento sobre el tejado de la mansión mientras esperaba que los minutos transcurrieran.
—A pesar de que sus hijos ya no le pertenecen, el pequeño Karl quiere seguir con ese plan...—murmuró. Aunque el podría haberse negado y demostrar quién es el que tiene el poder, no se negó, tampoco hizo nada para detener al monarca de los vampiros.
Diversión
Esa era la palabra que corría por su mente, el nuevo saco de sangre podría entretenerlo un poco, y no solo a él.
—Veamos cuánto dura tu estadía en este lugar.
Se percató de un ligero olor a sangre en el ambiente, el juego había comenzado.
—Vam-vampiros...—murmuró en shock la rubia, asustada sacó de su bolsillo un crucifijo para luego extenderlo en su dirección con ambas manos—¡Tomen esto!
Sorprendentemente, no pasó nada.
—Crees en ese cuento escrito por mortales, dónde aseguran que los vampiros son vulnerables al ajo, la luz del sol y cruces sagradas—aquellas palabras fueron lanzadas con arrogancia, mientras el segundo hermano se acomodaba sus lentes. Yui asustada por lo que podrían hacerle tomo el impulso y se levanto del suelo para luego salir corriendo.—Eso, solo sirve para ver cuan ingenuos, arrogantes son los mortales...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
