Apple.
—¿Y ustedes creen que no me libraré de un par de estúpidas esposas de plástico? —reí entrando en la celda. Miré ambos pasillos, esta vez habían dos pasillos; la zona de mujeres y la zona de los hombres. Pero prefirieron llevarme por el pasillo de los hombres.
—¿Crees que este bien aquí? —se cuestionaba uno de los guardias. Miré como uno de los hombres trataba de tocarme y le doblé la muñeca haciéndolo gritar peor que en las películas de terror.
—Por supuesto, mira eso —le respondió.
Caminamos hasta el fondo del lugar, ninguno se atrevía a pasarse de listo conmigo y prefirieron esconderse como gatos asustados. El silencio se creó y los guardias abrieron una celda que se veía vacía.
—Espero te lleves bien con tu compañero —se fueron riendo después de quitarme las esposas y cerrar la celda, yo no veía nada.
—¿Compañero? Será mi perra —reí girándome y pude ver la silueta de un hombre recostado en la cama de abajo, jugando con una lima.
—¿Tu perra? —respondió, su voz tenía fuerza. Era potente—. Suerte con eso, rubia.
—Puedo ser rubia, pero no tengo ni un pelo de tonta —llevé mis manos a mi cintura.
—Yo no he dicho eso —me miró, sus ojos se podían ver hasta en la oscuridad donde se encontraba—. Tú lo has soltado.
—Pero lo pensaste.
—Tal vez —admitió—. ¿Porque estás aquí?
—Por querer asesinar a una mujer de cabello morado y a su perrito.
—¿Cabello morado dices? —incrustó la lima en la pared—. ¿Cuál era su nombre?
—Violett Hardy —escupí con odio—. Es una desgraciada —golpeé el suelo con mi zapato—. ¿Y tú?
—Por querer asesinar a una mujer de cabello morado —salió de la oscuridad, era un hombre muy alto y guapo.
—Apple —me presenté tendiéndole la mano.
—Andy —sonrió de lado, su mirada expresaba todo. Pero me dejó con la mano estirada.
—Que modales.
—No me interesa parecer educado ante ti, sólo me interesa tu historia —su voz cada vez era más intensa.
—Vale —rodé los ojos—. ¿Ya has salido antes? —tomé una liga de mi bolsillo y me hice una coleta, las cosas van a cambiar si voy a estar aquí.
—Muchas veces —estiró sus dedos y cada uno de sus huesos sonaron. Su mirada era de desquiciado total y su sonrisa era amplia, pero me traía buenas vibras con respecto a su persona.
—Tú y yo nos entenderemos muy bien entonces —saqué una lima de mi tobillo, era más grande de la que tenía él hace un rato.
—Ni lo dudes.

ESTÁS LEYENDO
Breaking Down ✧ SR. » II «
Fanfic-... Siempre recordaré que soy tuyo -me miró a los ojos-. Y si tu mueres, yo muero contigo -sus ojos estaban cristalizados pero se negaba a aceptarlo. -No digas eso -limpié la primera lágrima que salía de su ojo izquierdo, la primera de muchas-. Si...